El visado servirá a los inmigrantes de permiso de trabajo y residencia
Cuarenta y ocho horas antes de las elecciones del domingo, el Consejo de Ministros aprobará una nueva reforma de la Ley de Extranjería, la tercera desde enero de 2000, encaminada a combatir mejor la presencia de inmigrantes ilegales en España. Así lo anunció ayer el presidente del Gobierno, José María Aznar, en un acto organizado por el Instituto de Estudios Europeos.
Entre los objetivos de esta nueva reforma, Aznar citó el reforzamiento de los procedimientos de control y expulsión y el aumento de las obligaciones para los transportistas. También se endurecerán las sanciones para todo aquel que colabore de una u otra forma en el fomento de la inmigración ilegal.
El cambio en la ley mejorará, según el presidente del Gobierno, la gestión de los permisos y visados, de forma que estos últimos, expedidos en el país de origen, sirvan como permiso de residencia y de trabajo. 'Donde hay ahora tres trámites largos y burocráticos, habrá un único trámite que deseamos cumplir con la mayor rapidez', aseguró Aznar.
El jefe del Ejecutivo subrayó la importancia de la reforma, pues en los últimos cuatro años el número de inmigrantes ilegales residentes en España aumentó un 65%. Las trasposición de las directivas europeas que tendrá en cuenta la reforma afectará fundamentalmente a la homologación de sanciones, a las obligaciones de los transportistas y al reconocimiento mutuo de las resoluciones de expulsión entre los Estados de la UE. El cambio de la norma obedece también a la necesidad de acatar la sentencia del Tribunal Supremo del pasado mes de marzo, en la que se anulan trece preceptos de la Ley de Extranjería, en su mayoría relacionados con las condiciones de internamiento de los inmigrantes ilegales y la limitación de sus derechos.
Críticas de la oposición
El anuncio de Aznar mereció las críticas de todos los partidos de la oposición, que ven en el mismo una clara intencionalidad electoral.
La secretaria de políticas sociales del PSOE, Consuelo Rumí, instó a Aznar a 'no utilizar la inmigración como tema electoral' y le recordó que en esa área el Ejecutivo, en tres años de legislatura, 'ha promovido tres reformas, ha tenido tres ministros y ha cosechado tres fracasos'.
CiU condicionó su apoyo a la reforma a que Cataluña tenga competencia sobre la regulación de los flujos migratorios.