Los tipos del bono de EE UU, en mínimo por miedo a la deflación
Las cifras macroeconómicas de la semana han resucitado el temor de los mercados a la deflación, lo que ha hecho subir los precios de los bonos y, en consecuencia, descender sus tipos de interés. Cuando el precio de un bono sube la relación entre el interés anual que se abona, que es fijo, y este precio es más reducida, por lo que el tipo de interés que se paga en el mercado desciende.
El jueves se supo que los precios de producción cayeron un 1,9%, y ayer se publicó el retroceso del 0,3% en el IPC, además de un descenso del 6,8% en las viviendas iniciadas. Así, el bono a 10 años del Tesoro de Estados Unidos cotizaba con un tipo de interés del 3,51%, el más bajo desde 1958, mientras que la deuda a 30 años lo hacía al 4,485%, el nivel más bajo desde que fue emitida por primera vez en 1977.
La voz de aviso la dio Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal. 'La probabilidad de una caída sustancial en la inflación, aunque menor, supera a la de un repunte de los precios', explicó en el comunicado que acompañó al mantenimiento de tipos decidido el día 6 de mayo.
Los inversores interpretaron esa sustancial caída en la inflación como un aviso de deflación, proceso mediante el cual los precios de las cosas bajan, lo que desincentiva la inversión y el consumo y congela la economía. Es lo que ha ocurrido en Japón a partir de 1989, y es el peor escenario posible para la Bolsa. Es algo distinto de la ausencia de inflación, algo considerado positivo para los mercados.
De este modo los tipos de interés del bono a 10 años pasaron de cotizar al 3,886% antes de la reunión de la Fed a hacerlo al 3,677% dos días después. Greenspan puso en guardia a los mercados, pues sus palabras provocaron, por ejemplo, que el descenso de los precios registrado en el mes de abril y publicado ayer fuese interpretado como negativo.
El miedo a la deflación también está detrás de la depreciación del dólar respecto al euro, otro de los asuntos pendientes de los inversores. Ayer, tras conocerse el dato de IPC, el euro ganó un 1,4% frente al billete verde. La fría reacción de la Bolsa se debe a la expectativa de nuevas rebajas de tipos de interés y, también, a que los datos están muy condicionados por la bajada del precio del petróleo.