La morosidad se sitúa en mínimos históricos gracias al impulso del crédito
El sostenido incremento de la inversión crediticia ha logrado mantener el índice de morosidad en mínimos. Así, el volumen de créditos impagados de la banca española cayó en el trimestre al 0,873% del total, lo que supone otro mínimo histórico, que coincide con las mayores coberturas para insolvencias. Aun así, los créditos fallidos se incrementaron un 10% con respecto al primer trimestre del año anterior.
La morosidad sigue sin repuntar pese a las advertencias de supervisores y analistas. La tasa de morosidad de las entidades de crédito (exceptuando el crédito oficial) durante el primer trimestre menguó nueve milésimas, hasta el 0,873%, con respecto lo registrado en febrero, y aún más con relación al 0,89% con que cerró 2002, según el Banco de España.
Esta ratio iguala la marca con que acabó 2001 y supone un mínimo inédito en la historia moderna de la banca española, según confirmó la Asociación Española de la Banca (AEB). En noviembre de 1968, las entidades de depósito en España soportaron una morosidad del 0,445%. Si bien, hay que destacar que el volumen total de créditos en el mercado apenas totalizaba 6.320 millones de euros y las normas de registro que llevaba a cabo en aquel entonces el Banco de España eran más laxas, lo cual hace difícilmente comparable ambos datos.
Este mínimo histórico no significa que la morosidad no haya aumentado en el último año. De hecho, los impagados se han incrementado un 10% con respecto a marzo de 2002. Pero es que el volumen total de la inversión crediticia en España ha crecido un 12,7%, hasta 721.775 millones en el mismo periodo, lo que ha diluido la mora. Las cajas siguen por delante de los bancos en este concepto. Así, las primeras soportan una morosidad del 0,844%, frente al 0,943% que sufren las entidades bancarias.
Colchón
Tanto unos como otros, en cualquier caso, disponen en la actualidad de las mayores tasas de cobertura de su historia, gracias, en buena medida, al fondo de cobertura estadística instaurado por el Banco de España. En enero, esta tasa era del 233,4% en las cajas y del 228,9% en los bancos.
Este mullido colchón es una de las razones por las que la morosidad no preocupa al sector. Según Julio Rodríguez, analista bancario de la AEB, no se puede descartar un repunte porque es 'como cuando se llega a lo alto de una montaña, a partir de entonces todo es bajada'. Sin embargo, esta escalada de la mora sólo será preocupante en caso de que se agudice la crisis económica y se entre en un periodo claro de recesión. Además, la existencia del Banco Central Europeo y un entorno de tipos bajos de interés juegan a favor de las entidades y de las empresas, que pueden hacer frente a sus deudas con mayor facilidad.