Talgo pierde 8,8 millones e inicia un plan de saneamiento
El constructor español de trenes Talgo anunció ayer su entrada en pérdidas, al cerrar el ejercicio de 2002 con un balance negativo de 8,8 millones de euros, frente a los beneficios de 11,2 millones registrados en el ejercicio precedente.
La noticia coincide con el lanzamiento por el recién nombrado presidente de un amplio plan de saneamiento que, según el propio Carlos de Palacio, tiene como objetivo 'hacer frente en condiciones óptimas a los retos muy prometedores que se presentan para Talgo en nuestro sector, fundamentalmente en el mercado español, sin renunciar a los mercados internacionales en los que ya estamos presentes'. De Palacio aseguró que mantiene el compromiso de fecha de entrega para los AVE Madrid-Barcelona.
El descenso de resultados se explica, en parte, porque en el ejercicio 2001 se registraron ingresos extraordinarios por importe de 29,6 millones de euros, fundamentalmente debidos a la venta de los terrenos en la localidad madrileña de Aravaca, mientras que en 2002 se han anotado unos resultados extraordinarios negativos de 2,4 millones.
A pesar del mayor volumen de fabricación Talgo consiguió un facturación de 177 millones, frente a los 188 del año anterior. Este descenso se produce como consecuencia del criterio contable seguido de reconocer ingresos a la finalización y entrega de los pedidos.
La empresa propiedad de los Oriol confirmó las iniciativas de 'reordenación' que ha emprendido en sus actividades de EE UU mediante la venta de actividades industriales no estratégicas con el fin de reducir el endeudamiento que soporta el grupo por valor de 80 millones.
Reducir pasivo
En el marco de una nueva política de comunicación, Talgo estima que la reducción del 22% en el pasivo realizada en 2002, sumada a la enajenación de activos en Estados Unidos, permitirá 'reducir el endeudamiento hasta el nivel considerado óptimo'.
La empresa reconoce en un comunicado que ha obtenido una recapitalización de 12 millones, lo que le permite cubrir, de momento, el 40% de la ampliación de capital lanzada al final de 2002 por un importe de hasta 30 millones. Esta cantidad, no obstante, se ha debido destinar a equilibrar el descenso de fondos propios registrado en la misma cuantía.