Hábil para navegar en aguas revueltas
Fernando Conte García, como el resto de ejecutivos procedentes de la cuadra de la filial española de la multinacional de ABB que han logrado notoriedad en los últimos años, cree ser un jugador imbatible en la noble práctica del mus.
Sea por su adscripción a tan notable escuela de directivos o por su pericia en ese juego de habilidades, lo cierto es que abandonará ABB España dejando la sensación de que ha sabido mantener a flote una empresa que ha atravesado en los últimos años sus tiempos peores.
Su perfil es técnico y profesional, lejos de los tintes políticos de José Manuel Fernández Norniella y alejado también de las habilidades de 'todoterreno' que caracterizan a su amigo y mentor en Iberia, Xabier de Irala.
Durante los siete años al frente de ABB ha esquivado la sombra alargada de su antecesor. A pesar de los números rojos de escándalo acumulados por la multinacional, ha logrado mantener a la filial en beneficios.
Beneficios
En tiempos en que España ha sufrido un dramático proceso de desinversión industrial, suyo es el mérito de consolidar la actividad de fabricación de motores para aplicaciones industriales. Ha convertido la planta de su empresa en Zaragoza en el líder mundial de ABB para el suministro de transformadores secos y a la fábrica de Córdoba en referente global para el suministro de transformadores de potencia acorazada.
Nacido en México en 1950, es ingeniero industrial. Desde 1974 ha estado vinculado a ABB, primero en la filial venezolana de ASEA, y posteriormente, ya en España, ha desempeñado cargos de dirección diversos en actividades relacionadas con la transmisión y distribución de energía eléctrica .
En 1996 fue nombrado vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de ABB, coincidiendo con la salida de Xabier de Irala para ir a dirigir el puesto que el propio Conte ocupará a partir del 12 de junio. La presidencia ejecutiva de Iberia plantea a Conte retos nuevos, entre los que no será el menor preservar a la compañía de sus competidoras de bajos costes.