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Política Monetaria

Japón extrema la alerta ante la rápida apreciación del yen

En menos de una semana, el dólar ha perdido un 2,5% frente al yen y ha situado la cotización de la divisa japonesa en 116,3 unidades, según los datos oficiales del Banco de Japón (BOJ). La divisa se recuperó en parte según avanzó la jornada en Europa, pero los analistas aseguraban no tener datos para confirmar que se produjo una intervención por parte de las autoridades monetarias.

El ministro de Finanzas, Masajuro Shiokawa, y sus asesores en materia de tipo de cambio reconocieron ayer que el movimiento de la divisa 'es demasiado rápido' y que adoptarían las medidas necesarias para evitar una mayor depreciación.

Compras masivas

El Ministerio informó ayer que entre enero y marzo las autoridades japonesas gastaron 2,38 billones de yenes (20.440 millones de dólares) en comprar dólares y euros para debilitar su divisa.

Los expertos aseguraban ayer que los grandes bancos japoneses habían ordenado la compara agresiva de dólares al principio de la sesión en el mercado de Nueva York.

'Para Japón, la repercusión política de permitir una caída del dólar hacia la zona de los 115 yenes es demasiado alta pero la corrección que está sufriendo el dólar es demasiado fuerte como para que el BOJ pueda cambiar la tendencia', aseguraba Stephen Jen, economista jefe de divisas de Morgan Stanley en Londres.

Con una economía en deflación desde hace años, el principal impacto de la subida del yen es sobre el sector exterior. Y para mal. Las exportaciones han sido el único motor de crecimiento para la anémica economía japonesa y la fortaleza de la divisa frente al dólar supone una reducción de las ventas al exterior. No hay que olvidar que el principal competidor de Japón en la región, China, tiene su moneda, el yuan, ligada al dólar, lo que supone una pérdida de competitividad añadida para Japón.

De hecho, los expertos aseguran que ya hay señales de que la fortaleza del yen ha dañado las exportaciones, especialmente en el sector del automóvil. La marca automovilística Toyota advirtió ayer que las perspectivas de un yen más fuerte podrían reducir los beneficios de la empresa el próximo año.

'La economía se ahogará definitivamente si el dólar cae aún más. Japón ya está en una situación prácticamente de crisis y el Gobierno adoptará medidas para asegurarse de que la situación no empeora', aseguraba Norihiro Tsuruta, economista de Shinko Research Institute.

Y es que los analistas coinciden de forma unánime en que la cotización del yen refleja la debilidad del dólar más que un escenario de optimismo sobre la economía japonesa.

Este análisis hace que la intervención se dé prácticamente por segura si el yen prosigue su apreciación o alcanza de forma sostenida los 115 yenes por dólar.

'Creo que se puede asegurar que la intervención tendrá lugar y que se llevará a cabo en el momento apropiado', afirmaba Toru Umemoto, estratega de divisas en Morgan Stanley.

El titular de Finanzas ha asegurado en numerosas ocasiones que el tipo de cambio adecuado del yen frente al dólar se situaría en 150 unidades por divisa estadounidense en términos de paridad de poder de compra.

La actual política de intervención del Banco de Japón, aplicada desde el pasado mes de enero, consiste en anuncios a posteriori de las intervenciones. Es decir, que las compras de divisas extranjeras se realizan de forma secreta. Justo al contrario que en el pasado cuando se anunciaban de forma previa.

La economía, al borde de otra recesión

La economía japonesa está a un paso de entrar en recesión. æpermil;sa es la conclusión que se desprende de la encuesta de indicadores avanzados, un indicador de la actividad futura, que en marzo cayó a 20 puntos, frente a los 54,5 de febrero.La barrera de los 50 puntos señala el estancamiento económico, por encima indica expansión y por debajo anticipa contracción. La irrupción de la neumonía asiática ha impactado decisivamente en las exportaciones a la región, que representan el 40% del total de Japón. A eso se añaden las duras condiciones del mercado laboral, el paro está en niveles históricos del 5,4%, que lastran el gasto de los consumidores, que representa más de la mitad de la economía nipona. Con estas premisas, a los analistas no les ha sorprendido la brusca caída del indicador.Las encuestas entre los economistas apuntan a un crecimiento mínimo del PIB durante el primer trimestre y a una más que probable recesión durante la segunda mitad del año.

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