BNP Paribas obtiene un mejor resultado del previsto
El goteo de resultados trimestrales muestra poco a poco que las principales entidades europeas se van recuperando, si bien de manera tímida en muchos casos, de la crisis que han sufrido en los dos últimos años.
Ayer fue el turno del francés BNP Paribas y del alemán Commerzbank. La mayor entidad gala registró un beneficio neto de 962 millones de euros en el primer trimestre del año, un 5,6% menos que en el mismo periodo del año anterior. Los analistas esperaban que el resultado cayese en torno al 11%. El descenso de beneficios registrado, además, supone una mejora con respecto a la disminución del 18% con que cerró 2002. En cualquier caso, al igual que han hecho los dos principales grupos bancarios españoles, la entidad presidida por Michel Pébereau precisó que, a valores y tipos de cambio constantes, habría ganado el 3,7% más en el primer cuarto del año.
Al banco galo le fue bien, como ha sucedido en los últimos ejercicios, en el negocio minorista, que es el que viene sosteniendo la cuenta de resultados. Este segmento creció el 4,5% hasta 877 millones de euros. No sucedió lo mismo con la banca privada.
Por enésima vez, el mal momento bursátil perjudicó este negocio y el de gestión de activos, seguros y acciones, que cayó un 32,9% hasta 163 millones.
Pébereau subrayó que 'pese a un entorno económico y financiero tan difícil como en la segunda mitad del pasado año y a una fuerte depreciación del dólar, el grupo realizó este trimestre resultados muy próximos a los del primer trimestre de 2002, que habían sido particularmente elevados'.
Beneficios al fin
Commerzbank, uno de los bancos menos rentables de Europa, logró por fin entrar en beneficios en el trimestre, después de nueve meses en pérdidas y de cosechar los primeros números rojos anuales de su historia.
Los buenos resultados de este primer trimestre responden al recorte de gastos iniciado por la entidad, que cayeron en un 15,7% respecto al mismo mes del año anterior, hasta los 1.179 millones de euros. En total, el banco suprimirá 7.400 puestos de trabajo, lo que equivale al 20% de la plantilla. Las provisiones se mantuvieron prácticamente inalteradas.
En el trimestre, el banco que preside Klaus Peter-Müller destinó 252 millones de euros para insolvencias, manteniendo el nivel del primer trimestre de 2002, cuando reservó a esta partida 254 millones de euros.