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Asia

Atrapados en China

Las compañías españolas que operan en el gigante asiático han cesado sus actividades comerciales ante el riesgo de contagio de neumonía atípica. Las consecuencias económicas de la epidemia ya se dejan notar en todo el mundo

El departamento de recursos humanos de Indra, el proveedor español de tecnología, tiene preparado un plan de contingencia para repatriar a su personal en China en caso de que se agrave la epidemia de neumonía atípica asiática. La compañía tiene en estos momentos cinco personas trabajando en proyectos con empresas del país: una permanente y cuatro que van y vienen. 'De momento, no estamos muy preocupados porque están en zonas de bajo riesgo', asegura un portavoz de la empresa. Como muchas otras compañías españolas con presencia en China, en Indra no se aventuran a vaticinar el alcance de la epidemia, tanto a nivel humano como económico, aunque reconocen que hasta el momento no ha afectado a su actividad, que sigue funcionando con cierta normalidad.

'En las zonas más afectadas, Cantón y Pekín, la actividad de las empresas productoras es casi normal', asegura Juan Cornet, secretario general de la Cámara de Comercio de España en China. 'Pero las empresas con oficina de representación han disminuido su actividad; algunas han cerrado la oficina y se trabaja desde casa. Varias se han tomado tres días más de vacaciones, desde el lunes 28, para empalmar con las fiestas oficiales del 1 al 6 de mayo'.

Actualmente, cerca de 170 compañías españolas mantienen actividades permanentes en China. Este mercado, de hecho, ha ido despertando interés entre las empresas españolas, con un número creciente de acciones promocionales y de visitas de directivos. El año pasado las exportaciones españolas a China crecieron un 24,29% con respecto al año anterior. Tan sólo en enero de 2003, según datos de la Secretaría de Estado de Comercio y Turismo, las exportaciones españolas a Asia ascendieron a 603,4 millones de euros, un 12,6% más que en el mismo periodo del año anterior.

Cerca de 170 empresas españolas tienen presencia permanente'Nuestros directivos evitan reuniones en restaurantes. Van de la fábrica al hotel y del hotel a la fábrica', cuentan en el grupo MCC

La aparición de la neumonía atípica asiática, conocida en su terminología médica como síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), ha puesto en guardia a muchas de estas compañías, tanto por la seguridad de su personal en la zona como por el impacto que pueda tener sobre su negocio. 'Todavía es pronto para evaluar con precisión el posible impacto del brote de SRAS, tanto sobre la economía china como sobre los negocios de empresas españolas en este mercado, que dependerá crucialmente de cómo evolucione la situación en el futuro próximo', asegura Javier Serra, consejero económico y comercial de la Oficina Económica Comercial de la Embajada de España en Pekín. De lo que no cabe duda es de que la epidemia, con más de 5.865 probables contagios en todo el mundo y al menos 391 muertos, está paralizando buena parte de la actividad económica global, apenas un mes después de finalizar la guerra en Irak y cuando aún se acusan las consecuencias del parón en la actividad motivado por la incertidumbre por el conflicto.

Muchas compañías europeas con fuerte presencia en Asia están acusando en Bolsa la caída del consumo entre la población, que evita los centros comerciales y el contacto con grandes grupos de personas para evitar el contagio. Fabricantes de móviles como Nokia o Motorola han sufrido drásticas caídas de sus ventas en el segundo trimestre a raíz de la epidemia. China tiene el mayor número de usuarios de móviles del mundo. Según JP Morgan, la pasada semana las ventas cayeron un 40%.

Hasta el momento, el mayor número de muertes ha tenido lugar en la República Popular China, incluida Hong Kong, Taiwan, Singapur y Canadá, aunque en estas cuatro últimas zonas la epidemia parece haber tocado techo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó posponer los viajes que no sean esenciales a las provincias de Pekín y Shanxi, en China, y a Toronto, aunque esta última restricción ha sido levantada. Taiwan, por ejemplo, ha denegado el visado a los viajeros procedentes de Hong Kong, Singapur, Vietnam y Canadá. Cathay Airlines, la mayor aerolínea de Hong Kong, ha suplicado a Taiwan que levante esta cuarentena.

En Canadá, donde han muerto 21 personas por el virus, la recomendación de la OMS desató la indignación de las autoridades, que temen un duro varapalo al turismo, industria que supone un 20% de la economía del país. El Gobierno canadiense está preparando un paquete de ayuda al sector sanitario para combatir la epidemia y una inversión de 100 millones de dólares de cara a los dos próximos años para atraer de nuevo a los visitantes.

Medidas similares se están tomando en Hong Kong, Taiwan y el resto de China para evitar que el contagio de neumonía atípica asiática agrave aún más la situación económica de la zona, que equivale al 25% del producto interior bruto mundial. 'El SRAS podría llegar a ser un gran problema para el crecimiento económico de la región, simplemente porque la demanda en China ha sido el principal conductor para el crecimiento durante los últimos tiempos. Si China tiene el problema, los otros países asiáticos podrían controlar la epidemia, pero perderían el empuje del crecimiento económico de la demanda en China. Esto es un riesgo considerable, pero para que se materialice, la crisis del SRAS en China tiene que empeorar y continuar durante más meses', apuntan en ABN Amro Asset Management.

De momento, los más perjudicados están siendo los sectores de consumo, turismo y aerolíneas. Según la Asociación de Aerolíneas Europeas, en la semana que finalizó el pasado 20 de abril el tráfico desde Europa al lejano Oriente y Australia decreció un 28%. La ocupación de los vuelos descendió, asimismo, del 85% al 60%. Valga como ejemplo que el volumen de pasajeros en el aeropuerto de Schipol, en Amsterdam, decreció en marzo a tres millones de pasajeros, un 4,5% menos que el año anterior. 'La guerra de Irak, la debilidad económica y la epidemia de SRAS han sido las principales razones de esta caída', asegura una nota del aeropuerto.

Goldman Sachs ya ha rebajado sus valoraciones en Bolsa para las aerolíneas europeas, lo mismo que Credit Suisse First Boston. Los economistas de este banco de inversión calculan que Hong Kong perderá entre el 0,4% y el 0,7% de su crecimiento previsto para 2003 por cada mes que se prolongue la epidemia. La OMS ha calculado en 3.000 millones de dólares el coste hasta el momento de la neumonía atípica, en una economía mundial valorada en 30 billones.

Las previsiones del Banco Asiático de Desarrollo barajan una caída del crecimiento del PIB asiático del 0,5% si la epidemia en la zona se prolonga más allá del verano. No es el único que ha revisado sus perspectivas. 'Los analistas están rebajando en torno al 1% sus previsiones de crecimiento para cada país afectado', asegura María Folqué, directora de Asesoramiento de Tressis. Las previsiones de crecimiento para China comienzan a revisarse a la baja con respecto al 7% previsto oficialmente, hasta el entorno del 6,5% e incluso menos si la epidemia se alarga. De confirmarse este extremo, el crecimiento de la economía china será este año el más bajo del último decenio.

De momento, las autoridades del país han decretado el cierre de las Bolsas de valores durante dos semanas para evitar la aglomeración de personas, caldo de cultivo para la propagación del virus. 'Nuestros directivos, por ejemplo, evitan reuniones en restaurantes. Van de la fábrica al hotel y del hotel a la fábrica', relata un portavoz del Grupo Mondragón. La cooperativa guipuzcoana tiene siete fábricas en China, buena parte de las cuales se encuentra en Shanghai, zona poco afectada por la neumonía asiática. 'De todas formas se está evitando viajar a la zona y hemos decidido no asistir a una feria de máquina-herramienta que iba celebrarse en Shanghai'. Juan Cornet, de la Cámara de Comercio de España en China, confirma este extremo: 'Se han suprimido las misiones españolas a China y a la inversa, las de chinos a España. Las autoridades chinas han cancelado, de momento, varias ferias'.

Dicen los expertos que el impacto que está teniendo la epidemia sobre el turismo es el mayor desde la matanza de Tiananmen en 1989. Pero también está por determinar el impacto sobre la inversión extranjera en el país. 'Las recomendaciones de la OMS y del Ministerio de Sanidad español sobre viajes a varias zonas de China han motivado la cancelación de buena parte de los desplazamientos, individuales o agrupados en misiones, previstos para estas fechas, pero todos confiamos en que la situación se estabilice próximamente y continúe el ritmo de penetración de las empresas españolas en el país', afirma Javier Serra desde la oficina comercial de la Embajada española en Pekín.

El impacto de la epidemia afecta ya a todos los aspectos de la vida en común en el país, hasta el punto de que se ha decretado el cierre de los colegios para evitar el contagio. Cualquier decisión que altere la vida en un país de casi 1.300 millones de habitantes tiene su repercusión a mayor o menor escala. La compañía de alimentación Panrico tiene una fábrica en los alrededores de Pekín, en la que trabaja personal autóctono bajo la dirección de un ejecutivo español. 'Aunque representa una pequeña parte de nuestro negocio, el cierre de los colegios sí que puede afectarnos en alguna medida porque son parte de nuestra clientela', asegura un portavoz de la compañía.

Los que ganan y pierden con la epidemia

La presencia de compañías europeas en Asia ha crecido en los últimos años al hilo del creciente interés por un mercado, como el chino, con más de 1.200 millones de consumidores potenciales. Entre las empresas con mayor exposición a la economía asiática priman las de tecnología, como Ericsson o ST Microlectronics, y aerolíneas como la holandesa KLM o la alemana Lufthansa. Son estos sectores, junto con el hotelero y el de ocio, los que más perjudicados pueden salir por las consecuencias económicas de la neumonía típica asiática, que ha abocado a la población a encerrarse en sus casas para evitar el contagio.'En los mercados de renta variable los probables beneficiarios serán las compañías de telecomunicaciones', ya que la población se queda en sus casas, aseguran en ABN Amro Asset Management. 'Las eléctricas también deberían beneficiarse de que la gente evite salir', añaden.María Folqué, directora de asesoramiento de Tressis, coincide en este diagnóstico: 'Sin duda, del perjuicio de unos saldrán beneficiados otros'.

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