Chirac y Schröder defienden las reformas pese a las protestas sindicales
El débil crecimiento económico por el que atraviesan las dos principales locomotoras de Europa estuvo ayer presente en los actos organizados con motivo del Primero de Mayo, Día del Trabajo. Por ello, tanto el presidente francés, Jacques Chirac, como el canciller alemán, Gerhard Schröder, coincidieron ayer en defender la necesidad de llevar a cabo reformas, aunque éstas sean impopulares, para estimular la actividad y evitar con ello la destrucción masiva de empleo.
El presidente francés, Jacques Chirac, defendió las reformas lanzadas por el Gobierno conservador, con el argumento de que el eventual regreso del crecimiento mundial beneficiará en primer lugar a los países que 'hayan sabido acelerarlo con sus propias iniciativas'. Un país como Francia 'no debe esperarlo todo de la mejora de la coyuntura mundial', aunque 'por supuesto la deseamos', dijo el neogaullista Chirac, en la tradicional ceremonia del Primero de Mayo en el Elíseo.
Mientras decenas de miles de personas se manifestaban en las movilizaciones sindicales de la fiesta del trabajo, centradas este año en el rechazo a la reforma gubernamental de las pensiones, Chirac recibió, como cada año, a representantes del mercado mayorista de la capital.
'El retorno del crecimiento beneficiará en primer lugar a los países que hayan sabido prepararlo y acelerarlo con sus propias iniciativas y con las reformas que hayan sabido hacer', afirmó el jefe de Estado. Agregó que 'eso es lo que el Gobierno de Jean-Pierre Raffarin ha emprendido con determinación, teniendo siempre en mente el interés de los franceses y las exigencias del futuro del país'.
Por su parte, el canciller alemán, Gerhard Schröder, defendió también sus planes de reforma del Estado de bienestar en medio de protestas de los sindicatos que consideran que los proyectos del Gobierno exigen sacrificios de los más débiles de la sociedad y no sirven para superar la situación de crisis que vive Alemania.
Fuerte rechazo sindical
'He registrado las protestas de los sindicatos. Protestas que creo que no tienen ningún fundamento porque estoy convencido de que el camino trazado en la Agenda 2010 es el que tenemos que recorrer para no vernos obligados a renunciar al Estado de bienestar', dijo Schröder en el acto central del Primero de Mayo de los sindicatos.
Schröder fue recibido con pitidos por parte de los manifestantes que se concentraron en Neu Anspach (centro del país) y con varias pancartas en su contra, una de las cuales llegaba a calificarlo de 'antisocial, desesperado' por los planes contenidos en la llamada Agenda 2010. 'No sabía que los pitidos formaban parte de los argumentos de los sindicatos. Cuando en una controversia se utilizan los pitidos está claro que quien recurre a ellos tiene la boca llena de aire, pero nada en la cabeza', dijo el canciller.
Schröder advirtió a los representantes de los trabajadores que quienes creen que para hacer una política social basta con defender el statu quo desconocen la situación y las transformaciones que se han vivido y que obligan a realizar reformas en los sistemas sociales.
El canciller se refirió primero al cambio demográfico producido por el aumento de la esperanza de vida y la disminución de la natalidad, lo que hace que los sistemas sociales tengan cada vez menos contribuyentes y más beneficiarios, por lo que no pueden mantenerse en sus estructuras actuales.
Schröder además rechazó la exigencia de los sindicatos de abandonar el camino de consolidación presupuestaria y financiar con deudas programas para impulsar la coyuntura y dijo que eso sería vivir a costa de las futuras generaciones.
El discurso de Schröder fue contestado por el presidente de la Confederación Alemana de Sindicatos, Michael Sommer, que aseguró que desde la década de los ochenta la patronal pide recortes sociales para mejorar su situación y a cambio promete creación de nuevos empleos, lo que no se ha cumplido. 'Veinte años de recortes sociales han coincidido con veinte años de aumento constante del desempleo. ¿De dónde sacas la esperanza de que esta vez será distinto?', dijo Sommer.
Sommer dijo además que los sindicatos no entienden la idea de que medidas como la flexibilización del régimen de despidos puedan ayudar a crear puestos de trabajo que merezcan realmente tal nombre y advirtió que las organizaciones obreras se opondrán al intento de convertir Alemania en una 'república de miniempleos'.
El presidente del Sindicato del Sector Público y de Servicios, el más grande de Alemania, Frank Bsirske, acusó a Schröder de 'vender el desmantelamiento social como una reforma'.
Un muerto en las concentraciones de Venezuela
Miles de trabajadores en todo el mundo conmemoraron ayer el Primero de Mayo bajo un lema unánime de connotaciones sociales, en defensa del empleo y las pensiones, aderezado con manifiestos políticos y llamamientos a la paz.La gran diferencia respecto a otros años recaló en China, donde no hubo la tradicional fiesta del trabajador. La mayoría de la gente permaneció recluida en sus hogares, en un intento desesperado de frenar los contagios de neumonía asiática.Fidel Castro arremetió contra EE UU e hizo una defensa a ultranza de su modelo socialista. El presidente cubano denunció los intentos de agresión del Gobierno 'nazi-fascista' de George W. Bush y aseguró que Cuba 'prefiere desaparecer de la faz de la Tierra' antes que claudicar. La crispación política que viven otros países, como Venezuela, fue también aprovechada en las manifestaciones y mítines convocados por oficialistas y opositores al presidente Chávez. La oposición aprovechó la marcha del Primero de Mayo para anunciar que comienza la 'retoma de la calle' en favor de la salida del poder 'por la vía democrática' del presidente Hugo Chávez. El tono de las manifestaciones en general fue pacífico, aunque se registraron incidentes graves en Venezuela, que dejaron un muerto por disparos.En Moscú los partidos políticos y sindicatos rusos aprovecharon la jornada para reclamar al Gobierno una política social más justa, aunque con la mirada puesta en las elecciones que se celebrarán dentro de seis meses.