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Día del Trabajo

Tranquilidad en los actos celebrados en otras capitales españolas

El ataque a José María Fidalgo fue el único acto violento de ayer, ya que en el resto de España las manifestaciones discurrieron sin incidentes, en ambiente festivo, en el que miles de ciudadanos salieron a la calle para reclamar la recuperación de la legalidad internacional, criticar la participación del Gobierno español en la guerra de Irak, y exigir empleo 'seguro, estable y con derechos'.

Una de las protestas más numerosas fue la de Vigo, donde participaron 50.000 personas, según la Policía, que aprovecharon para criticar la actuación del Ejecutivo en relación con el hundimiento del petrolero Prestige.

En Cataluña, la manifestación más importante fue la de Barcelona, que reunió a 40.000 personas, según los organizadores, y la mitad, según la Guardia Urbana, y que transcurrió en un ambiente festivo y sin incidentes.

En Andalucía, la protesta de Sevilla fue convocada por separado y mientras que UGT reunió a 400 personas, CC OO congregó a 2.000, siempre según los organizadores; en Córdoba, el acto central se dedicó al hijo de Julio Anguita (ex coordinador general de IU), Julio A. Parrado, periodista fallecido en la guerra de Irak.

En el País Vasco, un año más, hubo dos actos centrales: uno convocado por CC OO y UGT y otro por los sindicatos nacionalistas ELA y LAB; en tanto que en Extremadura los jornaleros reclamaron la restitución del subsidio agrario.

Por su parte, el secretario general del sindicato USO, Benito López, acusó al Gobierno de no querer trabajadores, sino 'siervos' capaces de ocupar empleos precarios, porque la precariedad laboral, dijo, 'es el abono con el que crece la desprotección, la indefensión y la sumisión'.

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