Tres empresas de Julià suspenden pagos por la caída del turismo
La crisis latinoamericana, los atentados del 11 de septiembre y de Bali, la invasión de Irak, la neumonía asiática e incluso el teatral episodio en Perejil han forzado a llevar al juzgado la suspensión de pagos de tres filiales del grupo catalán de transporte y de turismo Julià, informa EL PAIS, con un pasivo total de 22 millones de euros. El grupo, fundado en 1932 y con un negocio de 230 millones, aspira a mantener la actividad de las tres sociedades.
La decisión cautelar de suspender pagos, con el objetivo de negociar con proveedores y entidades financieras el aplazamiento de la deuda y de mantener la actividad redimensionando la empresa y reorientándola hacia Europa y hacia el turismo de salud y el ecoturismo, se hizo irremediable. Según fuentes del sector, fue comunicada a sus 130 empleados el pasado miércoles. Ya está en manos del juez decano.
Las pólizas a Julià Tours avaladas por Autocares Julià, primera empresa española de transporte discrecional, y por la filial Inmobiliaria Duch -acaba de vender a Ferrovial las cocheras de Julià en L'Hospitalet de Llobregat por 16 millones de euros- han arrastrado también a suspender pagos a estas dos filiales, con un pasivo de seis y cinco millones, respectivamente.