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Automóvil

Ford España multiplicó por ocho sus pérdidas por los menores márgenes

Ford España cerró el ejercicio de 2002 con unas pérdidas netas de 117 millones de euros (177 millones antes de impuestos), lo que supone multiplicar por más de ocho los resultados negativos registrados el año anterior. A pesar de los abultados números rojos, los responsables de la multinacional del óvalo en España consideran que 2002 ha sido un año de 'logros importantes' para la compañía, ya que se han ido cumpliendo los plazos del Plan Estratégico Europeo de Ford.

La fuerte competencia en un sector en horas bajas en sus ventas y la pérdida de rentabilidad en los principales mercados de exportación -destino del 81,4% de la producción de la factoría de Almussafes (Valencia)- son las principales causas a las que Ford España atribuye el aumento de las pérdidas. Y es que los márgenes de beneficio de Ford en España se han estrechado de tal manera que ni el aumento del 4,4% de las ventas, hasta 4.478 millones de euros, han permitido salvar la cuenta de resultados.

Con todo, otro aspecto a tener en cuenta a la hora de analizar los resultados de la filial española de Ford son las fuertes inversiones realizadas por la compañía en la planta de Almussafes para lanzar el nuevo modelo de Fiesta y el Mazda2, así como para la puesta en marcha de la nueva planta de motores. Estas inversiones ascendieron durante el pasado ejercicio a 600 millones, según dijo el ahora presidente de Ford España, Manuel Machado, el pasado mes de marzo durante el Salón de Ginebra.

Respecto a los logros, Ford España destaca como principal objetivo alcanzado la mejora de su cuota de mercado en España, donde ha pasado de controlar el 8,5% de las ventas de automóviles al 9,2%. El aumento de cuota no se tradujo en un incremento del número de unidades vendidas en el mercado local, ya que se matricularon 122.014 unidades de la marca del óvalo en España durante el año 2002, casi un 11% menos que el año anterior.

El nuevo Fiesta

Sin embargo, destaca la importante recuperación de Ford en el segmento B, el de mayor implantación en España, gracias al nuevo modelo de Fiesta, que se fabrica en parte en las instalaciones valencianas, y del que se vendieron 20.572 unidades, remontando, aunque ligeramente, la caída que venía soportando el que fue coche enseña de la marca. Tanto Focus, que ha descendido ligeramente, como Mondeo y Ka, que se mantiene en magnitudes similares al año anterior, completan el apartado de turismos. En el capítulo de vehículos comerciales, retroceden las matriculaciones del Transit ligeramente pero a cambio se abre el mercado de los pick up con 1.114 Ranger, matriculados.

Al margen del capítulo comercial, Ford España también considera positivo el récord de producción alcanzado por la planta de Almussafes, de cuyas líneas salieron 373.589 unidades en 2002, y de exportación, el 81,4% del total de los coches fabricados, hasta los 304.337. Sólo el descenso en la producción de motores empaña la buena marcha de la planta valenciana que ahora produce Ka, Fiesta, Mondeo, Mazda2 y los motores Duratec HE.

Según Manuel Machado, 'estos resultados demuestran que hemos hecho bien nuestros deberes y hemos mejorado la posición de Ford en España'. El presidente de la filial española añadió que la llegada de nuevos productos permite a la compañía mantener la competitividad 'frente a una competencia muy dura', aunque lamentó que la incertidumbre mundial haya afectado negativamente al mercado del automóvil, lo que ha impedido a Ford España alcanzar la rentabilidad deseada.

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