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Posguerra

Irak necesitará 3.000 millones de dólares al año de ayuda, según el Banco Mundial

El presidente del Banco Mundial ha hecho las primeras estimaciones oficiales respecto al coste de la reconstrucción iraquí. En una entrevista con el diario francés La Tribune, Wolfensohn calcula que 'para que Irak regrese rápidamente al nivel de desarrollo en salud y educación del que gozó a principios de la década de los noventa, la comunidad internacional deberá dedicar entre 2.000 y 3.000 millones de dólares al año', dijo.

A esa suma hay que añadir los 5.000 o 6.000 millones de dólares que el país dejará de dedicar a gastos militares. Es decir, entre 7.000 y 9.000 dólares al año para restablecer sus niveles sanitarios y educativos previos a la primera Guerra del Golfo. El Banco Mundial debe hacer las tareas de evaluación para analizar las necesidades del país y establecer canales para la participación de la comunidad internacional. Las declaraciones de Wolfensohn son la primera aproximación oficial al respecto

Para Wolfensohn, 'financiar la reconstrucción no es un gran problema por sí mismo. Dejando de lado la deuda, la reconstrucción del país debería ser relativamente sencilla, especialmente si una parte de sus ingresos petroleros, de unos 15.000 millones de dólares al año, se usan para ese propósito'. Los pozos petrolíferos, al menos de momento, están en manos estadounidenses.

Reunión en Bagdad

En Bagdad, mientras, los dirigentes de las distintas facciones iraquíes acordaron con el administrador estadounidense, Jay Garner, celebrar una conferencia nacional dentro de cuatro semanas para elegir un Gobierno interino.

'Deben hacerse todos los esfuerzos para celebrar una conferencia nacional en cuatro semanas, con el fin de elegir un Gobierno de transición iraquí', según el comunicado leído al término de una reunión de casi 10 horas con Garner. La reunión convocó a unas 250 personas y el acuerdo se votó a mano alzada.

Hasta ese momento, Garner se hará cargo de la Administración de Irak. El Gobierno interino será el encargado de establecer el camino para la celebración de elecciones.

'æpermil;ste es el principio de la democracia. Las discusiones fueron serias y profundas. Es un camino largo y difícil pero lo afrontaremos', aseguró uno de los delegados, Haten Mokhless.

A lo largo de la reunión, surgieron enfrentamientos en torno al papel de EE UU en la posguerra. Los iraquíes exiliados durante el régimen de Sadam Husein apostaban por un papel reducido de Washington en el proceso, mientras que la oposición laica que había permanecido en el país respaldaba un mayor papel de EE UU, por su desconfianza hacia los primeros.

Mañana tendrá lugar, asimismo, una reunión entre dirigentes del Congreso Nacional Iraquí, que preside el ex banquero Ahmad Chalabi, líderes del Consejo de la Revolución Islámica en Irak, que agrupa a los chiítas, y de los dos principales partidos kurdos.

Washington parece haber reducido su apoyo inicial a Chalabi, después de la detención de su colaborador y autoproclamado administrador de Bagdad, Mohamed al Zubeidi.

Por su parte, el secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, de gira por la región, aseguró que EE UU reducirá su presencia militar en el golfo Pérsico una vez que la amenaza que representaba Sadam Husein ha desaparecido.

EE UU mantenía antes de la guerra unos 15.000 efectivos, incluidos 5.000 abordo de un portaaviones.

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