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Internet

El correo basura cuesta caro a los internautas

Más de 50 millones de mensajes publicitarios no solicitados circulan a diario por Internet, saturando los servicios de correo y bloqueando los buzones de los usuarios

La venganza es un plato que se sirve frío. Alan Ralsky, uno de los spammers más conocidos de Internet, debe saber muy bien lo que significa esta frase después de ver cómo el buzón de su nueva casa se desborda todos los días de catálogos, anuncios y hasta de auténtica basura. Ralsky lleva años lucrándose con negocios basados en el envío de mensajes de correo electrónico masivos e indiscriminados en los que anuncian fantásticas y engañosas ofertas del tipo: '¡Le ha tocado un fabuloso viaje a Disneylandia!' o '¡Parecerá una salchicha de tamaño gigante!' o 'Tenemos mejores intereses que cualquier banco'.

El pasado mes de diciembre, Ralsky se jactaba y reía de los esfuerzos de muchas organizaciones por frenar estas prácticas en una entrevista con Slashdot.org, una de las comunidades de internautas más activas. Pero Ralsky cometió el error de decir que vivía en una población en el Estado de Michigan. Un internauta descubrió su dirección exacta, y en breve se organizó una campaña para que probase su propia medicina pero con correo real. 'Esta gente está mal de la cabeza. Me han suscrito a todos las campañas publicitarias y catálogos', ha confesado angustiado Alan Ralsky a la prensa estadounidense.

La reacción de los internautas de Slashdot.org puede resultar un poco agresiva y, desde luego, no es la recomendada por los expertos que están luchando por acabar con los mensajes publicitarios no solicitados en Internet, pero es inevitable que nos produzca cierta simpatía. Los mensajes no solicitados, más conocidos en la jerga de Internet por spam, se han convertido en una auténtica plaga que afecta indistintamente a los usuarios de correo electrónico, más aún si se utiliza un servicio público del estilo de Yahoo o Hotmail.

Cada día circulan por la Red unos 50 millones de mensajes basura diarios, un 35% más que hace un año, y el 90% de los internautas recibe este tipo de mensajes, según datos de la Asociación de Usuarios de Internet (AUI). La publicidad indiscriminada y las famosas cadenas de mensajes han pasado de ser una molesta anécdota a un serio problema que crea cuantiosos daños económicos tanto a los proveedores de servicios como a los internautas, que deben descargárselos igualmente si quieren leer el resto de su correo. El spam supuso un coste extraordinario de 9.000 millones de euros el año pasado, y la situación no hace más que empeorar.

La web Bloodgate.com, que desarrolla herramientas antispam y estudia a diario la evolución del número de mensajes no solicitados utilizando su servidor como muestra, refleja una multiplicación exponencial de los mensajes basura. En el pasado mes de marzo Bloodgate recibió unos 3.500 mensajes basura, unos 1.100 más que en febrero y 2.600 más que en el mes de marzo de 2002. Por otro lado, Yahoo espera que de aquí a julio el número de este tipo de mensajes aumente entre un 30% y un 50%.

'Estamos ante un problema de gran magnitud que puede llegar a amenazar la supervivencia del correo electrónico', asegura Miguel Pérez Subías, presidente de la AUI. Esta asociación ha puesto en marcha una campaña bajo el lema Rompamos las cadenas para concienciar a los usuarios, aconsejarles y animarles a que denuncien estas prácticas, al mismo tiempo que buscan la colaboración entre los proveedores de servicios para encontrar soluciones.

Terra, Yahoo y Hotmail, cada uno con más de cuatro millones de cuentas activas de correo electrónico, reconocen que el problema se está acentuando y que cada vez tienen que dedicar un mayor número de recursos técnicos y humanos para tratar de solventar el problema, aunque ninguno da cifras exactas sobre lo que les cuesta. 'Son gastos muy elevados. No sólo son los programadores que desarrollan los filtros o los equipos técnicos que están alerta 24 horas al día para identificar envíos sospechosos', apunta José Ángel González, responsable de Seguridad de Terra España. 'A esto hay que sumar el consumo de las líneas, el espacio de almacenamiento de disco y las máquinas que se utilizan para su proceso que al final repercuten en la calidad de servicio, además, de la violación de la intimidad que sufre el usuario'.

Perjuicios económicos aparte, el spam es un delito en sí mismo tanto en España como en toda la Unión Europea, donde está prohibido el envío de correos electrónicos publicitarios sin el consentimiento previo y expreso del usuario. 'España cuenta con una de las legislación más restrictivas del mundo, con multas que pueden llegar hasta los 600.000 euros; pero el problema es que el 80% del spam proviene de países extranjeros donde la ley es más flexible o no existe regulación al respecto', recuerda Iñaki Uriarte, responsable jurídico de la Asociación Española de Comercio Electrónico.

La influencia de EE UU, que no cuenta con una política homogénea en este sentido, se hace notar, aunque las cosas empiezan a cambiar. La semana pasada AOL (que bloquea diariamente 780 mensajes, 100 más de los que distribuye), demandó ante los tribunales a 12 empresas bajo la acusación saturar los mails de sus clientes con ofertas que nunca habían solicitado y pide una indemnización de 10 millones de dólares por daños y perjuicios.

A los pocos días, Microsoft se unía a su archirrival en Internet, AOL, para unir esfuerzos en el freno de los envíos de mensajes indeseados. Otros proveedores estadounidenses también han comenzado a tomar acciones legales y parece que el Gobierno empieza a cobrar conciencia de la importancia de limitar el uso comercial del correo electrónico. 'El desarrollo de un marco legal en EE UU tendrá un impacto directo en todo el mundo y se notará en España', asegura Javier Cavanillas, director de marketing de consumo de MSN, el portal de Microsoft.

En España, la Agencia de Protección de Datos ha investigado y sancionado estas practicas, 'pero debido a la procedencia de la mayor parte de los correos basura no es una tarea fácil su erradicación', apunta José Luis Piñar, director de la Agencia de Protección de Datos. 'Resulta necesario el impulso de medidas concretas destinadas a luchar contra la delincuencia informática, en las que ya se está trabajando desde diferentes organismos internacionales', añade.

No se puede pasar por alto que el spam es un delito que está íntimamente relacionado con el tráfico de datos personales y en la gran mayoría de los casos esconden fraudes. Una de las formas más comunes para captar direcciones personales y otros datos son las cadenas de mensajes, que piden firmas para una causa solidaria. Los expertos aconsejan ser desconfiados, especialmente cuando se solicitan ayudas económicas o se hacen ofertas fraudulentas, como la compra de diplomas académicos falsificados o bases de datos de e-mails, que para obtenerlos se deben realizar llamadas a números en el extranjero con unas tarifas más elevadas de lo normal.

Una de los timos electrónicos más extendidos es el conocido como la carta del nigeriano, en la que la viuda de un ex mandatario de Nigeria o su tesorero o abogado solicitan ayuda para sacar dinero del país, en manos de un nuevo Gobierno. A cambio ofrecen una participación en el botín, pero se debe enviar un número de tarjeta de crédito o transferir una cantidad a un número de cuenta o realizar una llamada. El propio FBI dio la voz de alarma al recibir varias denuncias de este tocomocho digital en su Centro de Quejas de Fraudes en Internet.

Parece mentira que nadie pique o compre los productos ofrecidos, pero el aumento del spam hace señalar que este es un negocio muy lucrativo. 'El secreto es que el coste va en contra del que recibe y distribuye el mensaje. Para el que lo envía el coste es casi nulo, y basta con que le conteste un 0,1% para amortizarlo', señala Miguel Pérez de la AUI.

Detrás de estas prácticas se encuentran en muchas ocasiones organizaciones capaces de montar servidores, centros de llamadas, y trasladarlos a otros países en cuanto son identificados. Los spammers se esconden en direcciones intermedias o utilizan direcciones abandonadas desde donde realizan sus envíos masivos. Los proveedores de servicios cuentan con sistemas de alertas que detectan acciones sospechosas como el envío de 50.000 correos desde un servidor situado en China o la llegada de miles al mismo nombre de usuario seguido de un número. Los proveedores bloquean esos dominios o las cuentas si el envío se está realizando desde su propio servidor.

Actualmente, su trabajo se centra en desarrollar filtros inteligentes capaces de aprender a distinguir los enunciados de un spam. Si aparece la palabra sexo, por ejemplo, que sea capaz de distinguirla aunque venga separada por espacios o tenga unos caracteres aleatorios previos, pensados precisamente para esquivar estos filtros. 'En Yahoo los usuarios pueden enviarnos sus mensajes basura, para que los analicemos y nuestro motor vaya autoaprendiendo. Los usuarios que activan nuestros filtros están reduciendo su spam hasta un 40%', señala Noelia Fernández, directora de servicios de Yahoo España.

Todos los servicios trabajan en este sentido y empiezan a colaborar más activamente, más allá de las listas negras donde se publican los dominios o servidores de spammers detectados. 'Es una lacra contra la que es difícil luchar, pues cuanto más duras son las medidas seguridad, más se sofistican las técnicas de los spammers. Por eso es fundamental concienciar al usuario para que tome medidas preventivas', apunta Cavanillas.

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