Los radicales palestinos contestan al plan de paz con un atentado suicida en Israel
En un comunicado, las dos organizaciones terroristas reclamaron el atentado suicida, que calificaron como 'un golpe contra los enemigos de Dios y de la humanidad' y prometieron nuevos ataques.
A primera hora de la mañana, los guardias de seguridad de la estación de trenes de Kfar Saba detuvieron a un joven palestino de aspecto sospechoso y le pidieron que se identificara. Acto seguido, el suicida hizo detonar unos explosivos que llevaba ocultos. Uno de los agentes, Alexander Kostyuk, de 23 años, recibió de lleno el impacto de la explosión y murió de inmediato, otras 13 personas también resultaron heridas, varias de ellas de gravedad.
El terrorista fue identificado poco después como Ahmed Jatib, de 18 años, del campo de refugiados de Balata, cerca de la ciudad cisjordana de Naplusa. Horas más tarde, los soldados israelíes abrieron fuego en las proximidades de Ramala (Cisjordania) contra unos manifestantes que les tiraban piedras, matando a dos jóvenes de 17 y 22 años.
La violencia vuelve a Israel justo después de que el presidente palestino, Yasir Arafat, aceptase in extremis el Gobierno propuesto por el primer ministro, Abu Mazen. El nuevo Ejecutivo, que deberá ser aprobado por el Parlamento palestino, cuenta con el beneplácito de Washington y abre la vía para la llamada hoja de ruta, un plan de paz que pretende la creación de Estado palestino para 2005.
Este proyecto no está exento de controversias. El mayor enfrentamiento entre Arafat y Mazen vino provocado por la candidatura de Mohamed Dahlan al Ministerio de Interior, que al final se ha tenido que conformar con ser el número dos de un ministerio que dirigirá el propio Mazen.
Dahlan se ha manifestado en repetidas veces en contra del levantamiento armado y es partidario de desarmar a las milicias radicales como la Brigada de los Mártires de Al Aqsa, vinculada a Al Fatah, el partido de Arafat. A las luchas intestinas y la oposición de los grupos palestinos radicales, se unen las objeciones de Israel, que ayer rechazó cualquier compromiso que garantice la libertad de movimientos de Arafat. El rais palestino está confinado en su cuartel general de Ramala desde diciembre de 2001.
En el exterior, la mayoría del Congreso de EE UU, compuesto por el Senado y la Cámara de Representantes, participa en una iniciativa para forzar al presidente George Bush a que margine a la ONU y a la UE en el plan de paz para Oriente Próximo. El documento, detrás del que está un poderoso lobby judío, propone además no exigir concesiones al primer ministro Ariel Sharon hasta que el Gobierno palestino acabe con el terrorismo.