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América Latina

Optimismo preelectoral de los mercados en Argentina

El periodo preelectoral en Argentina se ha caracterizado, a diferencia de lo que muchas veces sucede en Latinoamérica, por una calma en los mercados financieros. Incluso, en estos días previos a las elecciones los principales activos financieros argentinos (Bolsa, bonos soberanos y divisa) se han visto envueltos en un importante movimiento alcista. Tras este optimismo subyacen los resultados de las encuestas, que a días de las elecciones siguen mostrando variaciones importantes.

Si bien ninguno de los candidatos tiene una clara ventaja, y es improbable que las elecciones se diriman en una primera ronda, los últimos sondeos apuntan a que tres candidatos esencialmente 'pro mercado' tienen las mayores posibilidades de pasar a la segunda ronda electoral. Las encuestas dan, hoy por hoy, una paridad técnica entre Néstor Kirchner, Ricardo López Murphy y Carlos Menem, quienes se han distanciado en las últimas semanas de los más heterodoxos Rodríguez Saá y Elisa Carrió. Si bien la retórica de Kirchner ha despertado dudas sobre su compromiso con el libre-mercado, lo más probable es que ésta obedezca más a una estrategia electoral. Adicionalmente, su intención de mantener el actual equipo económico liderado por el ministro de Economía Lavagna da garantías de una continuidad. Por otra parte, tanto Menem como López Murphy muestran plataformas claramente ortodoxas y son los preferidos del mercado.

Aunque las encuestas indican que la carrera es demasiado reñida como para dar un claro favorito entre estos tres candidatos, la evolución de las intenciones de voto indican que las actitudes de los electores están cambiando. El acercamiento de las elecciones ha hecho primar la gobernabilidad sobre la utopía. Esto ha incidido para que los candidatos con propuestas más radicales pierdan fuerza y se vean relegados a un segundo plano. El peor de los escenarios para los mercados, la victoria de un candidato intervencionista y opuesto al consenso de Washington, parece entonces alejarse. Un hecho que pone de manifiesto este cambio de actitud del electorado es que el 65% considera que es conveniente mantener vínculos con el FMI (el 24% opina lo contrario), un resultado que a meses de la debacle del modelo de convertibilidad parecía imposible.

Aventurar un resultado en una segunda ronda resulta aún más difícil. Si bien Menem tiene una leve ventaja en la primera ronda, su tasa de rechazo por encima del 55% (electores que manifiestan que nunca votarían por él) le haría difícil captar nuevos votos. Por el contrario, Kirchner, que se sitúa en el centro del espectro político, parece el candidato mejor posicionado en una segunda ronda. En el caso de López Murphy, el hecho de ser el candidato que ha ganado más votos en los últimos meses le podría dar un cierto momentum electoral, adicionalmente, en caso de enfrentarse a Menem, estaría mejor posicionado para captar los votos de la centro-izquierda.

En cualquier caso, y pese a que los eventuales resultados de las elecciones parecen ahora más benignos para los mercados, es necesario destacar que el periodo poselectoral no será un lecho de rosas. Por el contrario, el nuevo presidente tendrá que lidiar con un Congreso altamente fragmentado y en plena campaña electoral, puesto que las elecciones legislativas son en octubre. Este contexto no será favorable para avanzar en las siempre postergadas reformas estructurales y lograr un nuevo acuerdo con el FMI, pues el actual caduca a finales de agosto.

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