El Ibex falla en el segundo asalto a la cota más alta de este ejercicio
Con el registro de ayer, el principal indicador del mercado nacional fracasó en el segundo intento de superar el nivel más alto del año, alcanzado el 16 de enero en 6.610,6 puntos. El Ibex quedó un 0,5% por debajo de aquella cota. Con todo, la Bolsa gana un 8,96% en lo que va de ejercicio.
Los resultados empresariales acapararon la atención de los inversores. Ayer le tocó el turno, entre otras, a la empresa de telecomunicaciones Sprint y las farmacéuticas Pfizer y Eli Lilly, en Estados Unidos, e Infineon y la firma de valores Chubb, en Europa. Aunque la mayoría de las cuentas presentadas estuvieron en línea con lo esperado, las previsiones para los próximos meses son todavía inciertas.
Además de los resultados, la anécdota de la jornada estuvo en el rumor, el enésimo desde que comenzó la guerra en Irak, de la captura de Sadam Husein, que permitió un ligero repunte de los mercados estadounidenses en el periodo de coincidencia operativa.
La cifra de actividad se mantuvo reducida, con 1.177 millones negociados en el mercado continuo, de los que 256 millones se movieron en bloques. Este dato se sitúa en la parte baja del año.
Entre los grandes valores, el SCH sumó un 0,86% y el BBVA, el 0,22%, mientras Telefónica cerró sin cambios. El mayor avance del Ibex correspondió a Sogecable, un 2,37%, y el mayor retroceso a Metrovacesa, un 3%. Repsol cedió un 0,36%, en una sesión de gran actividad en el sector, después de que la segunda petrolera rusa, Yukos, comprara la quinta mayor del país, Sibneft, en una operación que creará el cuarto mayor productor del mundo. El precio del barril, por su parte, caía hasta situarse cerca de 25,7 dólares. El índice Stoxx de la industria quedó invariable.
Con la vuelta a la normalidad, los analistas advierten de un pequeño cambio en la decoración de las últimas semanas, que se traduce en movimientos menos uniformes de los diferentes mercados y una mayor fijación en los propios fundamentos.
Destacó ayer, así, el caso de la Bolsa japonesa, que retrocedió un 2,24 %, para colocarse ligeramente por encima de los mínimos del año, que coinciden con los de los últimos 20 años. El mal comportamiento relativo del Nikkei en el año con respecto a otros índices de Bolsa desarrollados se debe, según los expertos, a la sensación de parálisis que ofrecen las autoridades japonesas en estos momentos. 'La gran esperanza que suponía el relevo del cargo de gobernador del BOJ, tanto en términos de nuevas medidas (no ortodoxas) de política monetaria expansiva como de lograr una mayor colaboración con el Gobierno, ha quedado reducida a un aumento en la compra de acciones en manos de la banca y la promesa de seguir analizando las próximas medidas a tomar', dice José Luis Martínez, economista jefe en España de Citigroup.
En este escenario, los fundamentos económicos pasan desapercibidos. Los expertos destacaban ayer, en este sentido, los comentarios que hizo el lunes Hoening, miembro de la Reserva Federal, quien señaló que la economía estadounidense mantendrá un crecimiento débil, probablemente del 2% en la primera mitad del año; que se espera una aceleración del crecimiento para la segunda mitad del ejercicio y que el gasto empresarial se mantiene deprimido; que la política monetaria es muy acomodaticia, con unas condiciones financieras muy favorables para la recuperación; que el final de la guerra en Irak supone la eliminación de una fuente importante de incertidumbre, y que los resultados trimestrales han resultado alentadores.
La debilidad del dólar, en primer plano
La fortaleza del euro, o la debilidad del dólar, que tanto monta, ha pasado de puntillas por unos mercados de acciones deseosos de recuperar la fuerza relativa perdida antes de la invasión a Irak. La moneda europea se encaramó ayer hasta los 1,0973 dólares, es decir, muy cerca de los máximos del 10 de marzo, en 1,1054.Sólo los analistas más fríos han reparado en esta circunstancia y advierten de incrementos de la volatilidad si se superan resistencias técnicas. De ser así, los mercados de acciones sufrirían convulsiones debido a la traslación de fondos desde unos mercados a otros. Desde el verano de 2002 la debilidad del dólar ha estado seguida de caídas de las Bolsas.Esta situación coincide en el tiempo con anuncios de grandes empresas de vincular sus operaciones al euro en detrimento del dólar. El último conocido ha sido la de Pertamina, la petrolera estatal de Indonesia. Hace unos días señaló que está evaluando abandonar el dólar y usar el euro en sus ventas de gas y petróleo. Debido a la guerra en Irak y a la neumonía atípica que se propaga por Asia pocos se dieron cuenta de eso. Pero la amenaza está ahí.