Francia reclama la suspensión inmediata de las sanciones
Francia acudió ayer en apoyo de las tesis estadounidenses, que demandan el fin inmediato del embargo contra Irak tras el derrocamiento del régimen de Sadam Husein, en lo que supone un giro desde las posiciones que venía defendiendo hasta ahora.
El embajador francés ante Naciones Unidas, Jean-Marc de la Sabliere, aseguró que el levantamiento de las sanciones está vinculado a pasadas resoluciones del Consejo de Seguridad que exigen la certificación previa del desarme iraquí. 'Pero mientras podemos suspender las sanciones y ajustar el programa de Petróleo por Alimentos con la idea de su levantamiento', dijo. El objetivo, como ha pedido expresamente el presidente George Bush, es utilizar el dinero procedente de la venta de petróleo iraquí para financiar la reconstrucción.
Hasta ahora, los países que habían rechazado la guerra, con Rusia, Alemania y Francia a la cabeza, exigían como paso previo al fin del embargo la verificación del desarme iraquí por parte de los inspectores. Su postura se justificaba, en parte, para asegurar el aval de Naciones Unidas a la reconstrucción y, con ello, la posibilidad de negocio para sus empresas.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, había descartado que se vaya a producir una próxima vuelta de los inspectores de armas de la ONU a Irak al asegurar que EE UU y sus aliados ya estaban llevando a cabo la labor de verificar el desarme del país árabe. 'La coalición ha asumido la responsabilidad de desmantelar las armas de destrucción masiva en poder de Irak y sus programas de misiles', aseguró.
Washington ha enviado al país inspectores propios para rastrear y buscar las supuestas armas de destrucción masiva aducidas por Washington y Londres como argumento para atacar Irak.
æpermil;sa fue, precisamente, la dura crítica que ayer realizó el jefe de los inspectores de armas de la ONU, Hans Blix, antes de comparecer ante el Consejo de Seguridad. Blix cuestionó las pruebas de los servicios de inteligencia sobre las armas de destrucción masiva. 'Creo que uno de los elementos más perturbadores han sido las pruebas sobre las que los aliados construyeron sus argumentos y que resultaron poco firmes', declaró. El jefe de los inspectores confía en que el Consejo decida la rápida vuelta de su equipo a Irak, pero el cambio de posición de Francia hace menos probable su deseo.
Si el Consejo acuerda levantar las sanciones de forma inmediata se abrirá otra incógnita: ¿quién controla y gestiona la producción y exportación de petróleo iraquí? Todo apunta a que lo hará Washington, que es quien controla el país. Pero diversos abogados internacionales expresaban ayer sus dudas sobre la legalidad de los contratos petroleros que se suscriban con Irak ante la ausencia de un Gobierno legalmente reconocido y la alta posibilidad de que esos acuerdos comerciales sean posteriormente recurridos ante los tribunales por empresas que hayan quedado fuera de los contratos o que se consideren discriminadas por EE UU.