Puigneró supera el último trámite para levantar la suspensión de pagos
Hilados y Tejidos Puigneró afronta la recta final para superar la suspensión de pagos en la que está inmersa desde noviembre de 2000, con un pasivo de 156 millones de euros. El Juzgado de Primera Instancia número 4 de Vic (Barcelona) publicó ayer el edicto correspondiente al convenio de acreedores. El total de adhesiones de créditos favorables alcanzó los 50,55 millones de euros, superando en 8,32 millones el quórum necesario.
A partir de ahora se abre un periodo de ocho días laborables para posibles alegaciones, con el objetivo de dictaminar posteriormente el levantamiento de la suspensión. La compañía prevé normalizar su actividad en la única planta que está en funcionamiento de Sant Bartomeu del Grau (Barcelona).
La viabilidad de la empresa textil pasa por la venta de las naves industriales que ocupó en la localidad de Prats de Lluçanés (Barcelona), cerradas en diciembre pasado. La compañía confiaba en compensar gran parte de los 105 millones que adeuda a Hacienda, Seguridad Social e Instituto Catalán de Finanzas (ICF) con la venta de las naves. El acuerdo con estos acreedores preferentes estipula el pago del 40% de las deudas con la enajenación de activos. El 60% restante se saldará en 12 años, con uno de carencia.
Al final, el Instituto Catalán del Suelo (Incasol), organismo dependiente de la Generalitat de Cataluña, ha rebajado la valoración de las naves a sólo 2,4 millones. Se trata de una operación similar a la realizada por la administración catalana en Cervera (Lleida), cuando la multinacional Lear decidió cerrar su planta de componentes para el sector del automóvil. La Generalitat pretende derruir las naves de Puigneró y construir un polígono industrial nuevo en unos terrenos de 40.000 metros cuadrados.
El levantamiento de la suspensión de pagos también permitirá desbloquear el acuerdo alcanzado con el grupo chino Binzhou Printing & Dyeing (BPD), que mostró su interés en la división de acabados de la compañía catalana.