Wall Street teme el día después y pierde un 1,22%

Las imágenes dieron la vuelta al mundo poco antes de la apertura de Wall Street: los tanques estadounidenses entraban en el mismo centro de Bagdad sin resistencia y los iraquíes lo celebraban, al tiempo que arremetían contra una estatua del que hasta ayer fuera su líder. Una estampa, se podría suponer, suficiente para que los mercados estadounidenses celebraran la previsible victoria de los suyos. Justo al contrario de lo que sucedió.

Los índices iniciaron la jornada con dudas, oscilando entre leves pérdidas y ligeras ganancias. En apenas una hora, los inversores se decantaron por las ventas, que se aceleraron a poco del cierre. El final del conflicto se acerca, pero no despeja las incertidumbres económicas y empresariales que pesan sobre los mercados. Además sigue sin resolverse la incógnita de dónde está Sadam.

El Dow Jones perdió el 1,22%; el S&P 500, el 1,4% y el Nasdaq, 1,89%, atenazados por rebajas de previsiones empresariales y débiles pronósticos de crecimiento mundial. Con esta caída, el S&P 500 se sitúa un 0,91% por debajo del nivel previo a la guerra.

La cifra de actividad fue reducida, especialmente en las primeras horas de negociación. Justo en el momento en que se emitían las secuencias de un grupo de iraquíes intentando acabar con la gigantesca estatua de Sadam, en la Bolsa de Nueva York se intercambiaban 406 millones de acciones, un 24% menos que la media de la semana pasada, según Bloomberg.

Otra muestra de la cautela fue la evolución del mercado de deuda pública. Los bonos del Tesoro a 10 años iniciaron la sesión con el mismo tono de duda que la renta variable, aunque después llegaron las alzas. La rentabilidad de los títulos, que se mueven a la inversa del precio, caía hasta el 3,89%.

Tabacaleras, aerolíneas y empresas de publicidad se situaron en cabeza de las alzas. En el polo opuesto, telecomunicaciones, cadenas de alimentación e Internet sufrieron las caídas mayores.

Nerviosismo

Además de la guerra en Irak, asunto de principal interés en los 21 días que dura el combate, los inversores comienzan a centrarse en los anuncios empresariales, a pocos días de que se inicie la avalancha de presentación de resultados trimestrales.

Yahoo acaparó ayer la atención. La compañía de Internet se dejó un 3,91%, en espera de que presentara las cuentas al cierre de la sesión. Los analistas comentaban que, ante el fuerte avance de la acción en los últimos meses, gana el 130% desde octubre, el balance debía ser suficientemente fuerte para justificar ese repunte.

Los fabricantes de software, por su parte, continúan advirtiendo de la debilidad de los resultados. Borland Software retrocedió un 7,6% después de alertar que las pérdidas trimestrales serán mayores de lo esperado por la caída de las ventas. Borland se suma, así, a otras empresas del sector, como Siebel y Peoplesoft, que recientemente han apuntado a un deterioro en la demanda.

Altria fue el mejor valor del Dow, sumó el 1,1%, después de que un tribunal suspendiera temporalmente el pago de 3.000 millones en compensaciones a fumadores. Hughes Electronics, filial de televisión por satélite de General Motors, inició la sesion al alza, aunque bajó al cierre el 0,4%, entre noticias de que NewsCorp ultima su compra. S&P bajó la perspectiva de la matriz a negativa por el peso de las pensiones.

'Los inversores temen que las acciones están demasiado caras para comprar, incluso si las condiciones económicas mejoran después de la resolución del conflicto de Irak. Nosotros consideramos que ese argumento tiene bastante validez', dice Tobías M. Levkovich, analista de Citigroup. 'El S&P 500 cotiza con un PER de 14,9 veces sobre los beneficios esperados para 2003 si se excluye el sector de tecnologías de la información, que casi lo dobla', indica.

Además del nerviosismo sobre los resultados empresariales, el FMI volvió a poner sobre la mesa la debilidad del crecimiento económico, especialmente en Europa y Japón. El organismo internacional recortó los pronósticos de crecimiento mundial hasta el 3,2% para 2003, desde el 3,7% que había previsto en su último informe publicado en septiembre. Esta tasa es algo superior que el 3% del año pasado, pero por debajo del potencial.