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Opinión

æpermil;tica y conducta empresarial

Los últimos años estamos asistiendo a una progresiva pérdida de confianza de los ciudadanos hacia las grandes empresas. Actuaciones poco cuidadosas hacia el medio ambiente, la despreocupación hacia las comunidades donde realiza sus operaciones, una inadecuada comunicación de la política de incentivos (stock-options), el mal funcionamiento de los sistemas de gobierno corporativo... Estas y otras razones han convertido en prioritario el debate sobre la responsabilidad social de las empresas y su posicionamiento en términos de valores. Más allá del estricto cumplimiento de la ley, los principales grupos de interés con los que operan las empresas esperan un posicionamiento claro y expreso respecto a sus principales preocupaciones y sus valores de referencia. Quieren conocer la opción y los intereses que representa una compañía.

La ética empresarial está en una encrucijada. Durante la última década, sus impulsores han puesto especial énfasis en convencer a los líderes empresariales sobre la importancia de los programas de ética, intentado responder a las siguientes cuestiones: ¿qué necesidades organizativas pueden satisfacer esos programas?, ¿qué riesgos aminoran y qué oportunidades pueden crear?, ¿por qué la empresa debe invertir recursos cada vez más costosos?, ¿cuáles son los beneficios de programas que exceden los requerimientos legales? El impulso a los programas de ética empresarial parecen indicar que las empresas prestan una atención creciente a una necesidad que, cada vez más, viene impuesta por la sociedad y su exigencia de estándares éticos de comportamiento.

Este compromiso con unos valores se plasma en un código de comportamiento empresarial. Este código recoge el posicionamiento, más allá de lo legalmente esperable, de la compañía en aquellos valores y aspectos internos y externos que inciden en la responsabilidad social de la empresa. En definitiva, fija los principios de conducta de una compañía, que representan un compromiso activo de comportamiento ético y socialmente responsable. ¿Qué son los principios de conducta empresarial? Son una declaración, con carácter normativo, sobre los estándares éticos que una empresa sostiene. Implica la asunción de actitudes, compromisos y responsabilidades más allá de lo que marcan la ley y los diversos sistemas de regulación. Los ámbitos principales a los que se refieren los principios son, fundamentalmente: relaciones con los grupos de interés directo de la compañía: empleados, accionistas, clientes y proveedores; estándares de comportamiento del personal y responsabilidades hacia el mismo; conflictos de interés entre stakeholders de la empresa; relaciones con la comunidad, respeto al medio ambiente. Estos principios son voluntarios y deben llevar aparejadas políticas que aseguren su implantación y cumplimiento.

Pero aunque la oportunidad es evidente, el principal problema es que las organizaciones tienden a imitar modelos considerados best practices, sin darse cuenta de que la clave del éxito radica en la voluntad de que el programa forma parte esencial de las operaciones de la empresa, y, ante todo, construirlo con base en los valores, la visión y la realidad específicos de la organización.

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