Zapatero reta a Aznar a exigir responsabilidades a Bush
La muerte en Irak de los periodistas Julio Anguita y José Couso condicionó ayer la actividad política de José María Aznar por el plante sin precedentes que le hicieron los informadores en protesta por su apoyo a la guerra. El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, emplazó al presidente a exigir responsabilidades a Estados Unidos.
Aznar se encontró con el primer plante de los informadores en el Senado, donde ninguno de ellos, salvo la agencia Efe, cubrió su discurso ante diputados y senadores. El presidente explicó a su grupo parlamentario que Irak no es un lugar seguro y que, en marzo, la Oficina de Información Diplomática ya recomendó a los españoles residentes en el país que lo abandonaran.
Por la tarde, Aznar también afrontó en el Congreso con cara inexpresiva el plante que le hicieron los informadores gráficos, dándole la espalda en el hemiciclo mientras mostraban la fotografía del cámara José Couso. La protesta fue aplaudida por el PSOE e Izquierda Unida, a la ovación se sumaron también al final algunos diputados del PP, pero no así Aznar ni sus ministros.
Zapatero aprovechó los tres minutos que le concede el reglamento del Congreso para emplazar al presidente del Gobierno a exigir responsabilidades al Ejecutivo estadounidense por la muerte de civiles en la guerra. Su obligación, le dijo Zapatero, es 'defender los intereses de España y de los españoles'. También le preguntó si va a respaldar un papel protagonista de la ONU en la posguerra y si va a ayudar a restablecer la legalidad internacional.
A nada de eso contestó Aznar, tenso ante las pancartas contra la guerra que desplegaron los diputados de IU y los calificativos que le dirigieron algunos parlamentarios del PSOE. Optó por asegurar que los periodistas muertos conocían el riesgo que corrían en Irak. 'Lamentamos también que haya habido civiles que hayan sido utilizados como escudos humanos, a los que se les ha impedido su salida de las ciudades', dijo el presidente.
Aznar acusó a Zapatero de moverse 'por ambiciones personales y operaciones políticas que ponen en riesgo al país'. Pero más incisivo fue el vicepresidente primero, Mariano Rajoy, quien respondió a las preguntas de la oposición sobre la guerra con citas textuales de Felipe González empleadas en 1991 y 1997 con motivo de la Guerra del Golfo y la intervención en Kosovo sin resolución de la ONU. 'Miren en las hemerotecas para darse cuenta de lo repugnantes que son', espetó Rajoy a los diputados socialistas.
Rato, fuera de foco
El debate de ayer, salpicado de continuos incidentes por el cruce de insultos y descalificaciones entre los diputados de distinto signo, aportó algunas anécdotas significativas. Una de ellas deriva de la actitud del vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, quien no tomó asiento en el banco azul junto a José María Aznar ni cuando el presidente afrontaba el plante de los reporteros gráficos ni cuando respondió a las preguntas del PSOE e IU. Otro dato a destacar es la preocupación de los diputados del PP por el creciente divorcio que existe entre Aznar y los medios de comunicación afines al Gobierno.
Palacio asegura que no pedirá explicaciones
Con la sinceridad que caracteriza a la titular de Exteriores, Ana Palacio, ayer confesó a los periodistas que no pedirá explicaciones a Washington por la muerte de los dos periodistas españoles, aunque en ella hay 'indicios' que apuntan a 'circunstancias por lo menos sorprendentes'.Al igual que Aznar, Palacio también afrontó un plante de los informadores después del almuerzo que mantuvo en Madrid con su homólogo británico, Jacques Straw. Los periodistas acordaron trasladar a ambos una sola pregunta: si conocían que Estados Unidos consideraba el hotel Palestina de Bagdad objetivo militar. Allí murió el cámara Couso.La ministra se remitió al ministro de Defensa, Federico Trillo, quien horas antes había comentado que la muerte de los periodistas se debió a un 'gravísimo error' y que se han pedido 'todas las explicaciones'.Straw tampoco quiso confirmar si sabía antes de estas muertes que el hotel donde se alojan los periodistas era objetivo militar.