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Guerra en Irak

Bush celebra el éxito militar, pero advierte que el conflicto aún no ha terminado

La cautela se impone ahora en Washington. Las fuerzas de EE UU han tomado la capital iraquí y, según el comandante Buford Blount, de la tercera División de Infantería, 'no quedan huellas de un Gobierno propiamente dicho'. Sin embargo, las fuerzas ocupantes esperan aún combates duros en la propia Bagdad y en Tikrit, la localidad natal de Sadam Husein y adonde se especula que el líder iraquí puede haber huido.

'Hay que advertir a todo el mundo que todavía tenemos mucho por hacer', declaró el vicepresidente estadounidense, Dick Cheney. 'Estamos viendo el desmoronamiento de la autoridad central del régimen', aseguró el número dos de la Casa Blanca, quien no obstante reconoció que 'no se puede predecir con certeza cuánto durará aún la guerra'.

Pero todos comprenden que la historia de la ofensiva en Irak se encuentra ya en sus últimas líneas. El propio Cheney anunció ayer que un equipo de funcionarios de EE UU y representantes políticos iraquíes se reunirán el próximo sábado en el sur de Irak para 'preparar la creación del Gobierno interino de Irak y ponerlo en funcionamiento', declaró Cheney en una reunión ante directores de periódicos estadounidenses. El vicepresidente no quiso dar más detalles sobre ese encuentro.

'Dar cuenta de Sadam'

Rumsfeld también advirtió de que los militares estadounidenses proseguirán sus ataques hasta acabar con el líder iraquí. 'Todavía debemos capturar, dar cuenta o de otra manera encargarnos de Sadam Husein, sus hijos y los altos líderes iraquíes', declaró ayer en rueda de prensa el jefe del Pentágono.

El funcionario anticipó que 'no hay dudas de que habrán dificultades y días muy peligrosos en el futuro y que los combates continuarán por algún tiempo'. Rumsfeld acusó a Siria de facilitar la fuga a las autoridades iraquíes y recordó la amenaza de que cualquier interferencia será considerada acto hostil.

El principal aliado de Bush en la contienda, el primer ministro británico, Tony Blair, también se felicitó ayer por el éxito de las tropas de la coalición en la captura de Bagdad. 'Estamos encantados con las imágenes que vemos', declaró el portavoz del jefe del Ejecutivo británico. 'La gente ha podido ver hoy cómo el miedo desaparece del pueblo iraquí. Su alegría ante la irrupción de los marines estadounidenses es una muestra de lo que debían de estar viviendo bajo el régimen de Sadam', añadió el portavoz.

Blair se disponía ayer a conversar con el presidente francés, Jacques Chirac, para tratar de definir el papel que debe de jugar la ONU en la posguerra. Ambos coinciden en que Naciones Unidas debe ser 'clave' en la reconstrucción de Irak. Precisamente, los ministros de Exteriores de ambos países, Jack Straw y Dominique de Villepin, se encontraron ayer en París y escenificaron un mensaje de unidad. 'Acordamos que se le debe otorgar un papel pleno a las Naciones Unidas. Mientras más unida esté la comunidad internacional, son mejores las posibilidades de que el proceso de reconstrucción sea exitoso', declaró el canciller francés.

Desmentido de Rusia

Ante las incógnitas sobre Sadam, los rumores empiezan a multiplicarse. El Gobierno ruso calificó ayer de 'delirio, estupidez y disparate' las informaciones que situaban al líder iraquí refugiado en la embajada rusa en Bagdad.

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Igor Ivanov, instó ayer a EE UU a que pare las acciones bélicas 'cuanto antes' y a que respete la integridad territorial del país. Ivanov insistió en la necesidad de 'devolver la cuestión iraquí al terreno de la diplomacia'. Ivanov se reunió ayer en Moscú con el viceministro de Exteriores de Kuwait, Mohamed Al Sabah, quien calificó a Sadam como un 'tumor maligno' que ha sido extirpado y pidió el regreso de la preponderancia de la ONU.

El canciller alemán, Gerhard Schröder, se felicitó del éxito de EE UU 'porque cada día que la guerra se acerca a su final es un día muy bueno. El jefe del Gobierno alemán pidió que ahora sean los iraquíes los que decidan su futuro político y económico.

Blair ve lógica la ausencia de armas prohibidas

El primer ministro británico, Tony Blair, aseguró ayer que el hecho de que aún no hayan aparecido armas de destrucción masiva en Irak 'no es una sorpresa'. La presencia de estas armas era el argumento de partida para lanzar la guerra y Blair justificó su ausencia asegurando que 'ha habido una campaña de seis meses' para esconderlas.El líder británico insistió ayer ante la Cámara de los Comunes en que 'no hay duda' de que dichas armas existen. En su comparecencia semanal ante los diputados, el jefe del Ejecutivo británico se mostró confiado en que las tropas de la coalición encontrarán las armas, pese a que 'Sadam ha escondido bien su material químico y bacteriológico', agregó.Hasta ahora, las fuerzas anglo estadounidenses sólo han encontrado en Irak algunos materiales cuya composición química es sospechosa.

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