Reunión de emergencia de la OPEP ante la fuerte caída del precio del petróleo
Tras miles de especulaciones fatalistas, la guerra en Irak no ha derivado finalmente en una tormenta de peligrosas consecuencias para la seguridad del suministro energético mundial. La situación ha sido la contraria. La respuesta de los países productores ha sido eficaz, las exportaciones del golfo Pérsico no se han visto afectadas por el conflicto y la debilidad del consumo ha contribuido a una caída del precio que, en el caso del barril de brent, es del 25,4%, hasta 24,6 dólares. Hace meses se hablaba de liberar reservas estratégicas; ahora, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) estudia un recorte de su producción para frenar el descenso de la cotización.
'Mi mayor preocupación es cómo lidiar con la dramática caída del precio', declaró ayer en París, donde se halla en visita oficial el presidente de turno del cartel y ministro catarí del Petróleo, Abdullah al Attiyah. 'El mercado está lleno de petróleo, afronta una saturación, no una escasez'. Al Attiyah reconoció que ha solicitado al resto de ministros una reunión de emergencia para el próximo día 24. 'Podríamos tener entonces discusiones para recortar la producción', adelantó el catarí.
Desde el inicio de la invasión de Irak, el barril de la cesta de siete crudos con la que la OPEP evalúa el mercado ha iniciado un progresivo descenso, que le ha llevado a perder casi dos dólares. El precio ha pasado de 27,12 dólares a 25,38 dólares. Sin embargo, aún está lejos del límite mínimo de estabilidad, fijado por la propia organización en 22 dólares.
Dado el comportamiento que la OPEP ha demostrado en los últimos años, de las declaraciones del ministro catarí se desprende que, si se mantienen las actuales condiciones del mercado, habrá reunión y, de alguna manera, se aprobará una restricción de la oferta.
Básicamente hay dos opciones: una llamada para que aquellos países que han incrementado su producción con motivo de la guerra, principalmente Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, para que normalicen su ritmo de extracción, o bien un recorte generalizado, cuyo efecto sería más contundente en un mercado que se preparaba para la fuerte demanda de hidrocarburos en el verano del hemisferio norte.
Turbulencias en el mercado
En Londres, la cotización del barril de brent, el crudo de referencia para Europa, experimentó ayer grandes fluctuaciones al vaivén de las noticias sobre la guerra y la OPEP. A primera hora de la mañana, Bagdad se daba prácticamente por conquistada y el barril de entrega en mayo caía hasta los 23,4 dólares, el valor mínimo en cuatro meses. Después, las compras especulativas y los planes de la OPEP llevaban al brent al techo de los 25 dólares. Posteriormente, la cotización experimentó una ligera corrección a la baja hasta el ámbito de los 24,6 dólares, ligeramente por debajo del cierre del pasado viernes. La cobertura segundo a segundo de los acontecimientos en Irak ha provocado que el mercado, altamente especulativo, haya exacerbado cualquier mínimo evento, ya sean los tropiezos de las fuerzas anglo-estadounidenses en su camino hacia Bagdad o ligeros avances inesperados.
Desde que el 20 de marzo empezó la guerra liderada por EE UU para derrocar a Sadam Husein, el mercado ha perdido 2,7 millones de barriles diarios, estima el Departamento de Energía de EE UU. De ellos, 1,9 millones corresponden a las exportaciones de Irak, controladas por el programa Petróleo por Alimentos de la ONU, vigente desde diciembre de 1996 y suspendido dos días antes de estallar la guerra.
Al conflicto se sumó una crisis tribal en Nigeria, que mantiene fuera del sector otros 800.000 barriles al día. Chevron Texaco, Royal Dutch Shell y Totalfina Elf suspendieron sus actividades, ante la falta de seguridad. Aunque las dos primeras petroleras han anunciado la reanudación gradual de sus actividades en el delta del Níger, el enfrentamiento entre la etnia ijaw y el Gobierno aún persiste y la viabilidad de la producción es incierta.
En cualquier caso, la tendencia es a la baja. EE UU estima que el aumento de producción de la OPEP-10 -Irak es el undécimo país- es de 1,1 millones de barriles diarios, hasta 26,4 millones de barriles. De confirmarse las cifras, la producción real estaría muy por encima del nivel de extracción oficial, fijado en enero en 24,5 millones de barriles por día.
Ahora, la organización vuelve a afrontar su tradicional dilema de sostener precios a costa de la cuota de mercado o ganar clientes pagando el peaje de una cotización en niveles bajos.