Adiós a Terenci Moix, el amante de Egipto
El escritor catalán Terenci Moix falleció ayer en su casa de Barcelona, a los 61 años de edad. Fumador empedernido de tabaco negro, padecía desde hace tiempo una enfermedad pulmonar por la que fue hospitalizado varias veces, la última el mes pasado.
Los barceloneses dieron ayer su última despedida a Terenci Moix en el Saló de Cent del Ayuntamiento, donde se instaló la capilla ardiente. La escritora y periodista Maruja Torres, amiga del fallecido, declaró que se celebraría una ceremonia civil a la que no están invitados políticos del PP ni de CiU. Hoy está previsto que el cuerpo del escritor sea incinerado y que sus cenizas sean trasladadas al pueblo egipcio de Deir-el-Medina. El cine y el antiguo Egipto absorbieron gran parte de la actividad creativa de Moix.
El autor de No digas que fue un sueño, premio Planeta de 1986, revolucionó con esta novela la industria del libro en España, al alcanzar el millón de ejemplares vendidos. 'Fue un hito en la difusión de un libro, un millón de ejemplares vendidos no se consigue todos los días; desde el punto de vista económico, fue un jalón', señalaba ayer Rafael Abellá, asesor de la editorial Planeta.
Para esta compañía, el éxito de la novela que narra una historia de amor entre Marco Antonio y Cleopatra supuso la confirmación de que el Premio Planeta, el de mayor cuantía que se entrega en España, iba por buen camino. El autor recibió en 1986 por este premio 15 millones de pesetas -hoy son aproximadamente 100 millones de las antiguas pesetas-. 'Representó una confianza en las posibilidades de aumentar la cuantía del premio, estimuló a la editorial', recuerda Abellá. En este éxito, según expertos del sector consultados, coincidieron varios factores: primero, el valor intrínseco del libro -'supo crear un mundo', dice Abellá-; segundo, la propia personalidad del escritor -'era una imagen simpática para el público, las televisiones se lo disputaban'- y, por último, el aparato promocional que Planeta puso a su disposición.
La obra resultó también un revulsivo para el escritor. 'Fue un gran acontecimiento para el premio, un gran éxito de crítica y de público', dice Carlos Pujol, asesor de Planeta; además, 'para Terenci fue el salto definitivo de su consagración. Creo que descubrió sus propias posibilidades', añade Pujol, miembro del jurado del Premio Planeta durante 30 años.
Personalidades de la cultura, la política y la empresa expresaron ayer su tristeza por la pérdida del escritor. 'Era un espectáculo en sí mismo, no sólo cuando escribía, sino también cuando vivía', comentó el escritor Mario Vargas Llosa. La soprano Montserrat Caballé, amiga íntima de Terenci Moix, dijo a la salida de la casa del fallecido que 'no se ha ido, no se irá nunca'. El editor de Planeta, José Manuel Lara Bosch, dijo de Moix que era 'un gran escritor, de los que permiten mantener una maravillosa relación autor-editor'. Sobre el premio recibido en 1986 indicó que fue 'la demostración de que fue capaz de hacer un gran libro y superar una situación sentimental y física de abandono'.
Los Reyes, en nombre de la familia real; la secretaria de Educación y Cultura del PSOE, Carmen Chacón, y el presidente del Gobierno, José María Aznar, enviaron telegramas de condolencia a la hermana del escritor, Ana María Moix.
'¿De qué color es el dinero para ti?', preguntaba el periodista Juan Cruz a Terenci Moix, en este diario, en 1993. 'Es del color de los discos, las antigüedades, los billetes de avión, los hoteles, los libros (...). Para decirlo poéticamente, es del color del Mediterráneo', respondía.