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Repercusiones en España

El Partido Popular sufre más dimisiones de concejales y afiliados

La oposición volvió a sumar ayer sus fuerzas en el Congreso en la defensa de una moción en la que pide al Gobierno que trabaje para detener la guerra, impida el uso de las bases militares de utilización conjunta por EE UU e impulse la ayuda humanitaria bajo la cobertura de la ONU. El PP volvió a quedar solo en el rechazo a esta iniciativa.

Ayer se produjeron nuevos abandonos de altos cargos municipales del partido gubernamental. La concejala de Daimiel Edith Bedin, miembro de la ejecutiva de Ciudad Real, renunció a sus puestos después de apoyar una moción socialista en contra de la guerra. La concejala de Almería Ruth García Orozco, integrante de la ejecutiva del PP de Andalucía, también pidió la baja en el PP. En la localidad mallorquina de Calviá, la edil Antonia Carbonell votó a favor de otra moción del PSOE en la que se reclama al presidente del Gobierno, José María Aznar, que rectifique la postura 'favorable a la invasión militar de Irak'.

Ayer también se conoció que concejales del PP en los ayuntamientos de L'Alqueria de la Comtessa y Palma de Gandía (Valencia) se sumaron a sendas mociones contra la guerra.

El portavoz del Grupo Popular, Luis de Grandes, mantuvo ayer en el Congreso: 'Nuestro rechazo a la guerra es compatible con nuestro apoyo al Gobierno'. De Grandes admitió que 'hay algún tipo de disidencia' en su partido, pero confió en que la mayoría de sus miembros mantenga la disciplina. El diputado Jesús López Medel, contrario a la guerra, se sumó ayer al resto de su grupo en el rechazo a la moción defendida por la oposición para detener el conflicto.

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