La operadora compra Antena 3 a sus filiales para poder repartir el dividendo
La decisión de Telefónica de repartir el 30% de Antena 3 entre sus accionistas en forma de dividendo en especie ha desencadenado una profunda reorganización dentro de la estructura de participaciones de la operadora, cuyas implicaciones llegan incluso a la negociación que se mantiene para su posible venta a un socio institucional.
Lo primero que ha tenido que hacer Telefónica es convertirse en propietaria directa de aquello que quiere repartir como dividendo, lo que ha supuesto su adquisición a las filiales que hasta ahora figuraban como titulares. Fuentes de la operadora confirmaron que ese traspaso es necesario, aunque sin precisar si ya se había formalizado.
Después de la última transacción, que le dio al grupo el 59,23% de Antena 3 tras comprar un 11,72% al SCH, la participación se dividía entre dos filiales, Telefónica de Contenidos, con el 47,51%, y Corporación Admira Media, con el 11,72%.
La compra de la cadena por parte de la matriz no tiene repercusión en las cuentas consolidadas del grupo, puesto que se trata de una transacción interna, pero sí tiene efectos en cada una de las sociedades individuales. El principal cambio es que aparece una nueva referencia de valor en libros de Antena 3.
Según consta en la memoria de 2002, el 47,52% de Antena 3 tiene un valor bruto en las cuentas de Telefónica de 319,22 millones de euros, lo que supone una tasación implícita de 671,76 millones para el 100%.
En las propias cuentas de Antena 3, el valor en libros o valor teórico contable de la compañía es de 450 millones de euros (167 millones de capital y 322 millones de reservas a los que hay que restar 39 millones de pérdidas de 2002).
Ahora, la compra por parte de la matriz del grupo se realiza a un precio que implica una valoración de 1.400 millones para el 100% de la cadena, prácticamente el doble de la tasación en las cuentas consolidadas.
A la hora de consolidar esta transacción, el precio de transmisión se compensa con ajustes de consolidación, lo que deja inalterado el valor en libros. La transacción en la sociedad individual, sin embargo, no necesita de ningún ajuste intergrupo, lo que permite elevar el valor gracias a esta operación interna.
El cambio de valor de Antena 3 en los libros de la matriz de Telefónica permite a la operadora asegurar a sus accionistas que el 30% que se les repartirá de la cadena como dividendo tiene 'un valor en libros de la compañía de 420.003.360 euros', según el hecho relevante registrado el pasado 19 de marzo en la CNMV. El valor del mismo paquete en los libros consolidados sería de unos 200 millones.
Pero la consecuencia más importante es el precio de partida que se fija de cara a la negociación que Telefónica ha venido manteniendo para vender parte de Antena 3 a un socio institucional, en concreto, al grupo Planeta.
El gran problema de estas negociaciones es, precisamente, el precio que cada una de las partes da a la cadena de televisión y la fijación de un nuevo valor en libros ha permitido a Telefónica esgrimir una base de tasación.
Con todo, el valor en libros de una compañía no es ni determinante ni vinculante a la hora de fijar un precio, como tampoco lo ha sido en la transacción por la que Telefónica ha asumido capital de Antena 3, en la que parece haber pesado un informe de JP Morgan, según fuentes cercanas a la operación.
La transacción efectuada entre Telefónica y Antena 3 también tendrá consecuencias en las sociedades implicadas, puesto que genera unas abultadas plusvalías en las filiales que han vendido parte del capital. Otra vez, en el grupo estas ganancias se compensan por los ajustes necesarios en el proceso de consolidación.