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Telefonía

Mitos y leyendas del móvil multimedia

Mucho ruido y pocas nueces. El móvil multimedia, en el que las operadoras tienen puestas sus esperanzas comerciales, aún está poco desarrollado

Activar el servicio, una odisea

Si ha decidido hacer caso de la publicidad masiva que las tres operadoras (Amena, Vodafone y Movistar) están llevando a cabo para impulsar el móvil multimedia y comprar uno de estos aparatos para hacer fotos y enviar imágenes, ármese de paciencia. Tras tener el preciado aparato en sus manos, llega el crítico momento de activar el servicio para que sea posible la recepción y el envío de los mensajes.

'Fácil', pensará. 'Llamaré al servicio de atención al cliente de mi operadora y ellos me ayudarán'. Craso error. Ninguna de las amables señoritas/os que atienden su llamada de auxilio tienen claro qué es GPRS, multimedia, UMTS, y se limitan a leer en una pantalla las instrucciones que usted debe seguir, que no le sacan de sus dudas. Si le plantea demasiadas preguntas, la operadora optará por lanzar la más nefasta de las frases, que curiosamente se repite, con muy pocos cambios, en las tres operadoras: 'Por cuestiones técnicas, nos es imposible activar el servicio. Llame a lo largo de la mañana a ver si se ha solucionado'.

Finalmente, tras múltiples llamadas que logran sacarle de sus casillas, quizá logre dar con uno de los únicos comerciales que saben de qué va el universo multimedia. Pero deseará no haberlo hecho, porque repetirá a toda velocidad una serie de códigos e instrucciones (¡ay de usted si se pierde!) que le mantendrán pegado al teléfono durante más de 30 minutos. El servicio queda activado, y su paciencia, agotada.

¿Qué paga el cliente?

Si el usuario de destino tiene un móvil MMS, recibirá el mensaje multimedia directamente en la pantalla del aparato y éste quedará almacenado en el terminal. Como la capacidad de almacenamiento del móvil es limitada, las operadoras han puesto a disposición de los clientes un buzón en el que se pueden almacenar las imágenes. Por supuesto, no es gratuito. El cliente tiene que mandar un mensaje a un número que le proporcionará la empresa y la foto quedará archivada en la carpeta buzón del aparato. Previo pago de 60 céntimos.

Pero ¿qué pasa cuando se envía una imagen a un destinatario que no tiene un teléfono móvil multimedia? ¿Puede recibirlo? ¿Se cobra lo mismo?

En el caso de que el receptor no posea un aparato multimedia, en la pantalla se recibirá un mensaje de texto informando de la llegada de la imagen. El cliente puede recuperarla normalmente a través de un ordenador, en la página web de cada una de las operadoras, en un apartado específico, 'lea aquí sus mensajes multimedia'. Ese servicio que las operadoras han puesto a disposición de todos los clientes no tiene ningún coste para el que lee el mensaje, pero el envío sí se cobra como uno normal, a pesar de que quizá nadie vea la imagen.

A medida que vaya modernizándose el parque de teléfonos móviles y se popularicen los aparatos multimedia, el servicio de la web desaparecerá.

Conexión entre terminales

Hacer una foto con el terminal no es complicado una vez que uno se familiariza con el teléfono, cuyos modelos multimedia son cada vez más sofisticados y aúnan servicios de agenda electrónica, cámara de fotos, grabadora de voz e incluso navegación a través de Internet.

Sin embargo, aún hay muchos problemas de conexión entre terminales y operadoras que hace que el envío de imágenes no funcione todo lo rápido que cualquier usuario desearía. Tras los problemas técnicos que hubo a finales de año entre las tres operadoras para lograr la interoperabilidad (que un cliente de Movistar pudiera mandar mensajes con imágenes a Amena y Vodafone, y viceversa), ahora el escollo está en superar el retraso en la recepción de los mensajes.

Tras varias pruebas enviando mensajes con los tres operadores, se llega a la conclusión de que no hay definido un tiempo específico de recepción de éstos. Al contrario que con los mensajes cortos de texto (SMS), en el caso de los multimedia se sabe cuándo se envían, pero no cuándo se recibirán. Unos mensajes tardaron 15 minutos en llegar a su destino, otros llegaron instantáneamente y otros tardaron tres días. Esta casuística no se debe a la utilización de un terminal u otro, sino al estado de las redes en cada momento. En ellas, las operadoras dan prioridad a la voz, y si hay saturación, los multimedia quedan simplemente a un lado hasta que las operadoras puedan o quieran darles curso.

El precio de los móviles

Es cierto que, como dicen los fabricantes y las operadoras en sus eslóganes publicitarios, los nuevos móviles multimedia abren una nueva era en las comunicaciones. Ya no se trata tan sólo de teléfonos, más o menos pequeños, con un diseño más o menos innovador o con mejor o peor calidad de voz. La nueva generación de celulares son auténticos equipos multifunción de bolsillo, que integran cámaras de fotos, agenda electrónica, portátil de música, radio de bolsillo, consola de videojuegos y videocámara. Admiten tarjetas de memoria, llevan integrados potentes procesadores y tienen todas las papeletas para convertirse en pequeños ordenadores de bolsillo. ¿Quién se acordará dentro de unos años de las agendas electrónicas?

Sin embargo, tanto los celulares de gama media como los de gama alta han salido al mercado con unos precios altos, sobre todo si se quiere captar, como pretenden las operadoras, a los usuarios más jóvenes, principales consumidores de mensajes. Por ejemplo, el Nokia 7650, que lleva integrada una cámara de fotos, cuesta unos 300 euros. El Panasonic CD 87, también con cámara y melodías polifónicas de 16 tonos, se vende en las tiendas por 490 euros. También el Sony Ericsson P800, una perfecta mezcla entre PDA y móvil, saldrá al mercado por 800 euros. Los expertos aseguran que antes del verano estarán disponibles en las tiendas móviles multimedia con cámara por menos de 200 euros. A esperar, pues.

Mensajes no tan baratos

La conexión y activación del servicio no tiene ningún coste. Pero hay mucha confusión sobre lo que cuesta enviar un mensaje multimedia. Primero, porque ninguna operadora cobra lo mismo. En Movistar, el envío de una imagen es de 60 céntimos de euro (mucho más caro que los mensajes cortos de texto, que valen 15 céntimos). Si el acceso al servicio se realiza a través de e-moción se cobrará además el tráfico en función de los precios de conexión. Vodafone distingue tres tamaños de mensajes, cada uno con una tarifa diferente. Los pequeños (menos de 1 Kb), cuestan 0,2 euros. El precio de los medianos (hasta 30 Kb) es de 0,6 euros y los grandes (más de 30 Kb) cuestan 1 euro. Usted sólo (¿sólo?) tendrá que averiguar cuánto pesa lo que quiere enviar. Vodafone también ha empezado a cobrar estas mismas tarifas por descargar una imagen en el móvil enviada por otro usuario. La tarifa de Amena es de 60 céntimos de euro, independientemente del tamaño de los mensajes.

Teniendo en cuenta que de los 33 millones de españoles que poseen un móvil más de la mitad lo utiliza sólo para hablar, las tres operadoras saben que el impulso de la mensajería multimedia tiene que venir asociada al precio. Y saben que no tendrán más remedio que bajar el coste o desarrollar modalidades de tarifas que se adapten a cada tipo de usuario. Pero, por ahora, la percepción general es que es muy caro enviar una imagen y se obtiene poco a cambio.

Sin sonido ni movilidad

Se llaman multimedia, pero en realidad, los móviles disponibles actualmente sólo son capaces de hacer fotos con una cámara cuya calidad no tiene nada que ver con una digital. La utilidad de las imágenes, por ahora, sólo parece ser lúdica. Olvidemos todos esos servicios avanzados de que hablan las consultoras en sus estudios de mercado: videoconferencia, pago a través del móvil, grabación de imágenes en movimiento y con sonido, etc. Algunos reclamos publicitarios incitan a la confusión, como la campaña que ha desarrollado Vodafone, que, evitando la confusa acumulación de siglas técnicas que han saturado durante años a los usuarios normales, lleva el nombre de Live (Vida). En ella, y en otras similares de fabricantes como Nokia, el usuario graba una secuencia de imágenes y envía el vídeo a sus amigos. Eso aún no es posible.

Con respecto a los sonidos, lo único que permiten por ahora los terminales es grabar conversaciones o bajar música de Internet. Las canciones pueden reproducirse en el móvil con una calidad que para un celular es sorprendente, pero no es comparable a una radio. Las aplicaciones también están poco desarrolladas. En el último foro organizado por Movistar para impulsar nuevos servicios, hubo empresas que presentaron aplicaciones muy novedosas, como televigilancia, descarga de la televisión y partes meteorológicos con imágenes a través del móvil. Soluciones muy atractivas, pero aún poco probadas.

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