La ONU prevé reclamar casi 2.000 millones en ayuda humanitaria
Naciones Unidas estudia pedir 2.100 millones de dólares (1.980 millones de euros) en ayuda humanitaria para Irak, lo que supondría la mayor ayuda solicitada nunca.
Así lo afirmaron ayer fuentes de la organización, quienes dijeron que la petición de ayuda de emergencia, que inicialmente se esperaba para la semana pasada, se podría producir mañana.
No obstante, las mismas fuentes advirtieron que no se espera ningún entusiasmo por parte de los países donantes, ya que la mayoría de ellos creen que Estados Unidos y Reino Unido deben responsabilizarse en un primer momento de la ayuda por haber lanzado el ataque contra Irak sin el respaldo del Consejo de Seguridad.
De los 2.100 millones de dólares que la ONU piensa solicitar, la mayor parte, unos 1.200 millones, estarían destinados a la compra de alimento de emergencia bajo el programa Petróleo por Alimentos.
La cantidad de ayuda filtrada ayer es superior a la estimación de 1.700 millones de dólares hecha con anterioridad.
Petróleo por Alimentos
El programa Petróleo por Alimentos fue activado en 1996 para que Irak, bajo un estricto régimen de sanciones consecuencia de la Guerra del Golfo, pudiera importar los productos elementales a cambio de exportar su petróleo.
Con el inicio del ataque de las fuerzas estadounidenses y británicas la semana pasada, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, suspendió el programa. El Consejo de Seguridad de la organización se reunía ayer en Nueva York para reanudarlo y dar una respuesta humanitaria a los efectos de la guerra.
'Revisaremos la situación y creo que estaremos preparados para volver a Irak y retomar nuestro trabajo tan pronto como la situación lo permita', dijo Annan.
El Gobierno iraquí manifestó antes de que comenzara la guerra que había distribuido comida suficiente a los iraquíes para resistir unas semanas. Irak reclama haber pagado 8.900 millones de dólares bajo el programa Petróleo por Alimentos, pero aún no ha recibido los bienes.
La ONU estudia ahora cómo adaptar el programa a las nuevas circunstancias, ya que un 60% de la población depende de él.