Dulcesol compra el 10% de su capital para zanjar siete años de pleitos
La empresa Dulcesa, cabecera del grupo fabricante de bollería industrial Dulcesol, ha logrado la paz social después de siete años de pleitos y desavenencias con un accionista minoritario que tenía el 10,5% de la compañía y que llegó a amenazar con vender su participación a Nueva Rumasa, la empresa de José María Ruiz Mateos.
Según confirmó ayer el director financiero de la compañía, José Vicente Castell, Dulcesa ha llegado a un acuerdo para rectificar una ampliación de capital de 0,54 millones de euros realizada en 1996, que fue el origen de la disputa.
El accionista Antonio García impugnó aquella decisión y llegó hasta el Tribunal Supremo, después de perder en primera y segunda instancia los pleitos contra la empresa. Sin esperar al pronunciamiento del Supremo, la familia Juan y Antonio García han decidido reducir el capital en la misma cantidad y devolver las aportaciones, al tiempo que Dulcesa ha comprado la participación de Antonio García y la mantiene en autocartera. Según Castell, es muy probable que la familia fundadora apruebe una nueva ampliación para restablecer los 0,54 millones.
Dulcesol realizó esta ampliación y otra posterior para financiar un ambicioso plan de crecimiento, que continúa en 2003, con un total de 26,85 millones de euros de inversión en las fábricas de Gandía y Vilallonga (Valencia). El grupo acabó 2002 con una facturación de 125 millones, un 15,5% más que en 2001, de los que el 5% fueron exportaciones.