Argentina y la banca acuerdan liberar del 'corralón' los depósitos a plazo
Lavagna ha mantenido intensas conversaciones con banqueros argentinos durante la reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) celebrada esta semana en Milán, desde donde regresó hoy a Buenos Aires con un plan definido sobre los próximos pasos para superar la difícil situación del sistema financiero.
De acuerdo con fuentes del Ministerio de Economía, el objetivo del Gobierno del presidente Eduardo Duhalde es dejar 'total y definitivamente' resuelto el tema del corralón antes de dejar el poder el próximo 25 de mayo. Argentina celebrará elecciones presidenciales el 27 de abril, aunque se prevé que habrá una segunda ronda el 18 de mayo pues ningún candidato supera el 18% de la intención de votos de los ciudadanos, según todas las encuestas realizadas hasta la fecha.
Lavagna, quien se ha mostrado duro en sus negociaciones con el sector bancario y con el Fondo Monetario Internacional (FMI), adelantó a los banqueros que han asistido a la reunión del BID en Milán que 'en los próximos días o semanas vamos a dar a conocer el esquema de liberación total y definitiva de los depósitos del sistema financiero'. Si bien los términos precisos de ese programa ha sido consensuado con los bancos, según fuentes del sector, el ministro se reserva una absoluta libertad de decisión al respecto, así como el momento en el cual se hará el anuncio.
La cuestión del corralón ha adquirido particular agudeza en las últimas dos semanas, luego de un fallo de la Corte Suprema de Justicia en favor de la provincia de San Luis, ordenando que se le respete un depósito de 247 millones de dólares en la moneda de origen. Esto ha abierto la posibilidad de que sigan otros fallos en favor de ahorradores que tienen sus depósitos atrapados desde enero de 2002 en sus cuentas bancarias.
El plan oficial, según fuentes financieras, implica la devolución gradual de todos los depósitos reprogramados a un valor de 1,40 pesos por dólar más su actualización por un coeficiente especial (CER) hasta la fecha. Para completar la diferencia existente entre ese tipo de cambio y el actual, que ronda los tres pesos por dólar, el Gobierno ofrecería a los ahorradores un bono en dólares, a 10 años de plazo. El esquema será de carácter voluntario. Los ahorradores que no lo acepten, podrán recuperar sus ahorros de acuerdo con la fecha que ya tienen programada con los bancos.
También se compensaría a los bancos por el dinero en dólares que han devuelto ya a los ahorradores por decisiones judiciales aprobadas a lo largo de todo el año pasado y el actual. El Estado argentino, de acuerdo con el compromiso tomado con el FMI, se hará cargo de esas erogaciones de los bancos a través de otro bono, también en dólares, que entregará a las entidades como compensación. Una de las fuentes consultadas ha puesto especial interés en enfatizar que 'este plan es posible pero no se puede asegurar que efectivamente se aplique, dada las volátiles condiciones políticas del país, aunque es factible. Dependerá, finalmente, de lo que decida Duhalde'.
En principio, el monto de los ahorros congelados que se liberarían sin trabas es de 100.000 dólares. Por encima de esta cantidad, se optaría por un esquema por etapas. En cualquier caso, los ahorradores que deseen hacerse con la totalidad de sus depósitos liberados, sumando la devolución en líquido y los bonos que reciban, perderían un porcentaje. Esto se debe a que ese bono cotizaría por debajo de su valor nominal.
Plan para canjear los bonos emitidos como moneda
La eliminación total de los bonos provinciales que funcionan desde hace casi dos años como cuasi monedas ha sido una de las principales exigencias del FMI a Argentina.Hasta hace pocos meses, el Gobierno de Duhalde se negaba a avanzar en este punto, por el temor de que una medida de ese tipo desatara una seria iliquidez en la economía, obligando al Estado a inyectar pesos en el sistema monetario con todos los riesgos inflacionarios que ello implica en un cuadro de aguda recesión económica.Pero, a dos meses de la finalización de su Administración provisional, Duhalde y Lavagna parecen decididos a rescatar esos títulos provinciales que totalizan 4.800 millones de pesos (unos 1.600 millones de dólares). Sin embargo, en esta operación no entrarán los bonos nacionales, los Lecop, que suman 3.000 millones de pesos (1.000 millones de dólares), y que se utilizan para pagar los seguros de paro que frenan la agitación social provocada por la pobreza.Sin embargo, Lavagna ha admitido que el rescate de los bonos provinciales implicará una pérdida de valor para sus tenedores. En la medida en que esos títulos sufren un descuento de entre el 30% y el 50% en su utilización diaria, su canje por pesos sufriría una disminución forzosa.