Inditex frena los planes de expansión de su cadena de ropa interior Oysho
En sólo 16 meses, Oysho, la cadena de lencería del grupo Inditex, ha logrado abrir 72 tiendas, la mayor parte de las cuales (34) se concentraron en el último cuatrimestre de 2001, justo cuando se lanzó la enseña. En los últimos meses del ejercicio pasado, en cambio, ya se apreció una cierta pereza y el número de aperturas se quedó en el límite inferior de las previsiones. Ahora, el grupo ha decidido frenar este ritmo de expansión para 'ajustar la propuesta comercial' a la demanda y analizar si lo que se está ofreciendo es lo que el consumidor reclama.
La cadena incorporará a lo largo de 2003 entre 10 y 15 nuevos establecimientos, con lo que se convertirá en la marca de menor crecimiento del grupo. El 20% de las aperturas se realizará en el extranjero. Ahora, el 53% de las tiendas está en España, lo que significa que el mercado nacional ganará peso específico a lo largo de este año.
Este giro coincide con la incorporación de una nueva directora general, Carmen Sevillano, que hace poco más de tres meses sustituyó a Sergio Buscher al frente de la cadena. Buscher, que provenía de Cortefiel, fue quien lanzó la enseña.
Según fuentes del grupo, el modelo de integración vertical de Zara, que le permite producir las prendas en plena temporada y adecuarlas a los cambiantes gustos del mercado para colocarlas en las tiendas en sólo 15 días, no es aplicable a Oysho.
Subcontratación
En el caso de esta cadena, la fabricación de las colecciones se subcontrata a compañías especializadas en lencería y aunque se intenta aplicar el mismo sistema de integración vertical, no resulta del todo factible.
La diferencia de Oysho con las otras cadenas es que está dirigida a un segmento nuevo, la ropa interior, donde Inditex no tenía experiencia hasta que en septiembre de 2001 lanzó la marca.
Oysho logró en 2002, su primer ejercicio completo, unas ventas de 23,4 millones de euros y una pérdida de 14,9 millones de euros. Este resultado está considerado como 'normal' por la compañía, 'ya que en los primeros años, con ingresos muy escasos, es necesario realizar una fuerte inversión para poner en marcha la marca'.
Oysho reproduce, en parte, el caso de Bershka, una de las cadenas de ropa para jóvenes que cuenta actualmente con 197 de tiendas. Bershka, que se lanzó en abril de 1998, estuvo dando pérdidas durante los tres primeros años y ahora es una de las más rentables con un beneficio de explotación de 48,1 millones de euros en 2002 (la segunda después de Zara). La diferencia es que en el caso de Bershka no se ha producido un frenazo en la expansión como el de Oysho.