Bruselas baraja vincular las ayudas al olivar a la superficie cultivada

La Comisión Europea maneja un estudio, que incorporará a la documentación que alumbrará la nueva OCM del aceite de oliva, que aconseja distribuir las ayudas a este sector en función de las hectáreas de olivos y no de las cantidades producidas, como ocurre ahora. Tal medida aliviaría un mercado estrangulado por las altas producciones. Los olivicultores españoles sostienen que el verdadero debate debe centrarse en elevar la cantidad garantizada que posee España, porcentualmente más baja que la de sus competidores.

De llevarse a cabo las recomendaciones incluidas en un informe encargado y financiado por la Comisión Europea, las ayudas al aceite pasarán de darse en función de la producción (como ocurre actualmente) a ser otorgadas por hectárea.

Este plan tiene un diseño ideal, y así lo perciben muchos olivareros. Regularía la producción, cuyos últimos excesos han incidido de manera determinante en el estrangulamiento del mercado aceitero español; potenciaría la calidad, y observa el campo con mucha mayor nitidez, lo que redundaría en la erradicación del fraude.

Sin embargo, el informe de Bruselas nada cuenta sobre el problema endémico del olivar español desde que se redactó la actual Organización Común de Mercado (OCM) en 1998. Este problema no es otro que la exigua cantidad garantizada (760.027 toneladas) para atender las ayudas al aceite.

Según un estudio de la Unión de Pequeños Agricultores España, se ha percibido durante el periodo en vigor de la OCM una penalización media de un 30,5%, mientras que nuestros competidores, los países comunitarios mediterráneos, han salido mucho mejor parados, por lo que pueden vender sus aceites a menor precio.

Italia ha sido penalizada por superación de cuota con sólo un 10%, Grecia con un 13,59%, mientras que Francia y Portugal no han superado nunca sus cantidades garantizadas.

Pero, probablemente, ni los propios miembros del Departamento de Agricultura de la Comisión Europea, que encabeza el austriaco Franz Fischler, saben, de momento, qué parte arrancará el sector aceitero del presupuesto comunitario. Sobre todo, porque ni siquiera este cultivo se enmarca dentro de las reformas que sufrirán varias producciones dentro de la revisión a medio camino de la política agraria comunitaria.

Por ello, contemplan la posibilidad de introducir ahora este nuevo sistema, que al desincentivar la producción podría rentabilizar muchísimo más la cantidad garantizada que posee España y sobre la que nadie discute su insuficiencia.

Las reglas del nuevo mercado aceitero deberán estar listas el 1 de noviembre de 2004, por lo que desde ahora a esa fecha se abrirá un debate encarnizado en el que España se juega mucho.

Y como precalentamiento a tal debate, la Comisión difunde ahora este estudio encargado a una consultora privada (ADE), donde se analizan cinco años de funcionamiento del mercado aceitero (1995-2000) y donde se concluye que el pago de la ayuda (actualmente por cantidad producida) por superficie supondría que el olivarero sólo utilizara como referente el precio del mercado y, por tanto, los criterios de productividad actuales quedarían relegados.

Mejora de la calidad

De esta manera, la actual incentivación de la producción que supone la ayuda al aceite ( y no al olivo) no entorpecería el normal desarrollo de un mercado actualmente infectado por la ansiedad productiva.

Tal medida potenciaría también la calidad del aceite, puesto que sería el único horizonte que debería tener en cuenta el olivicultor.

El informe, que ahora estudia con detenimiento la Comisión para incorporarlo a la documentación que tendrá que alumbrar la nueva OCM, pretende introducir criterios correctivos de los desequilibrios que padecen los olivares situados en zonas desfavorecidas con respecto a los altamente tecnificados.

Propone una ayuda lineal a la hectárea igual para todos los productores de forma que en aquellas zonas más difíciles, con menores rendimientos, la subvención sería porcentualmente superior; a menos kilos cosechados, más ayuda por kilo.

Otras pretensiones del documento son ligar las ayudas a prácticas agrarias respetuosas con el medio ambiente, mantener la ayuda al almacenamiento privado en épocas críticas o fijar la actividad oleícola en zonas amenazadas por la desertificación.

El mercado español del aceite de oliva comienza a manifestar síntomas de recuperación, aunque los olivicultores se encargan de recordar que es gracias a los bajos precios con los que se opera (1,92 euros de media el kilo en origen, actualmente).

Por ejemplo, las cifras de exportación muestran un crecimiento anual considerable desde la campaña 1998/1999, cuando España vendió en los mercados exteriores 257.300 toneladas de aceite.

Desde entonces las ventas han crecido hasta 388.300 toneladas en el periodo 1999/2000, 484.000 toneladas en la 2001/2001, y marcaron una cifra histórica durante la pasada campaña, al dispararse hasta las 600.500 toneladas.

Y en la misma medida se ha manifestado el consumo inferior, que también registró datos históricos en la pasada campaña, cuando se situó en 631.200 toneladas.

Degustar aceite español en restaurantes de Florida

La Junta de Andalucía iniciará en abril o mayo la primera fase del plan de promoción del aceite de oliva en Estados Unidos.Este plan se desarrollará en cuatro condados del sur del Estado de Florida, se dirigirá a más de cinco millones de personas y contará con un presupuesto de aproximadamente un millón de euros.El consejero de Agricultura de la Junta de Andalucía, Paulino Plata, ha explicado que esta iniciativa consistirá en investigación de mercados, misiones comerciales y acciones de degustación en 16 restaurantes de nivel medio y alto y en cadenas de supermercados.Además se llevará a cabo una campaña de publicidad que contará con un presupuesto de 635.000 euros, a través de anuncios en televisión y en medios impresos. Asimismo, se prepara un acto de divulgación en el que participarán personajes conocidos de Estados Unidos.En el plan se invertirán en total dos millones de euros en dos años, de los que la Junta financiará el 70% y el resto las empresas participantes. Además de en Florida, la segunda parte del programa se realizará en Nueva York.Aprovechando esta circunstancia el consejero andaluz de agricultura recordó que el sector factura de media anual en los últimos años unos 3.500 millones de euros y reprochó la falta de inversión en promoción.Así, reclamó a los productores un mayor esfuerzo en este apartado porque, a su juicio, el mercado es el que da la sostenibilidad del sector.