France Télécom abandona el mercado italiano al vender Wind a la eléctrica Enel
France Télécom ha dado un paso más en el repliegue internacional, obligado por las necesidades de efectivo. La empresa más endeudada de Europa anunció ayer la venta de su participación del 26,6% en la operadora italiana de fijo y móvil Wind, lo que supone abandonar uno de los mayores mercados del Viejo Continente.
El comprador es el actual socio mayoritario de Wind, la eléctrica Enel, que asume así la totalidad del capital con la intención de colocar en Bolsa, al menos, el 25% de la operadora. El vendedor es Orange, la filial de móviles de France Télécom. Su salida supone alejar de la gestión y el control de Wind a la única telefónica que quedaba en el capital, tras el abandono obligado de Deutsche Telekom, tras sus intentos de fusión con Telecom Italia.
En total, France Télécom recibirá unos 1.500 millones de euros, de los que 1.330 millones son el precio de venta y 173 millones corresponden al cobro de préstamos que había concedido a Wind.
Esta cifra está muy lejos de los 5.000 millones que el anterior presidente de la compañía pública francesa, Michel Bon, pensaba recaudar con esta venta hace un año. En cualquier caso, un ingreso de 1.500 millones es una buena noticia para un balance que arrastra 68.000 millones de deuda y para un nuevo máximo ejecutivo, Thierry Breton, que se ha comprometido a reducir el endeudamiento hasta 40.000 millones para el cierre de 2005.
Para cumplir este objetivo, Breton ha puesto en marcha un drástico plan de reducción de costes y está esperando el mejor momento para hacer una macroampliación de capital de 15.000 millones. Para este año, la promesa es conseguir 3.000 millones de caja sin contar con las desinversiones.
La venta de Wind -que perdió 900 millones el año pasado- sigue un proceso claro de repliegue en los países o filiales no rentables de France Télécom, que ya sólo considera estratégicos los mercados de Francia y el Reino Unido. Su filial de móvil, Orange, abandonó Suecia y está frenando su actividad en Dinamarca y Holanda. El futuro de su filial de telefonía fija en España, Uni2, sigue en el aire, sin que exista ni una apuesta concreta por ella ni una voluntad cierta de desinversión, más allá de las negociaciones mantenidas con Jazztel y ahora paralizadas.