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El 'no a la guerra' toma las calles

Esta vez no habrá una versión de la policía y otra de los convocantes de las manifestaciones. Simplemente porque las movilizaciones que se vivieron ayer en todo el mundo para protestar contra la invasión de Irak fueron, en su mayoría, reacciones espontáneas al inicio de la guerra.

En Barcelona y Madrid miles de estudiantes cortaron algunas de las principales calles y la reacción se extendió durante el día de ayer a León, Santiago de Compostela, Granada y Palma de Mallorca.

Según la Policía Municipal, grupos de estudiantes 'sin ningún orden' cortaron el tráfico en los ejes centrales de la capital española. Al acercarse al Congreso de los Diputados fueron dispersados mediante una carga policial en la que se emplearon pelotas de goma. 'Aznar dimite, el pueblo no te admite', fue uno de los cánticos más coreados.

En París los manifestantes gritaban 'Bush asesino'. A media tarde cerca de 20.000 personas se reunieron ante la Embajada estadounidense en la ciudad francesa donde continuaron lanzando consignas contra la Administración Bush.

En Berlín, cerca de 50.000 personas protagonizaron la mayor manifestación de protesta del país. En Londres, ante la residencia del primer ministro Tony Blair, los manifestantes gritaban 'Parad la guerra'. La Embajada de EE UU en Atenas fue cercada por 100.000 personas que expresaban su oposición al ataque. En Bruselas fueron 1.000 los que protestaron ante la Embajada estadounidense, que recibió algunas pedradas.

En Estados Unidos también se vivió una jornada de movilizaciones, aunque no alcanzaron la intensidad que se vivió en Europa y otras zonas del mundo. Las calles de San Francisco fueron bloqueadas por miles de personas que marchaban encadenadas entre sí. En los días previos al ataque 250 personas han sido detenidas en EE UU en manifestaciones a favor de la paz.

En Jordania la policía reprimió violentamente a los manifestantes congregados ante el Palacio de Justicia. Al menos cuatro personas resultaron heridas y fueron internadas en un hospital tras un enfrentamiento con la policía. En El Cairo, aproximadamente 5.000 personas, en su mayoría hombres jóvenes, pidieron la expulsión de los embajadores que representan a los países que apoyan la invasión. En la capital egipcia las fuerzas de seguridad también se emplearon a fondo.

En México, poco después de que finalizara el ultimátum de Bush, miembros de la organización Greenpeace construyeron una pirámide con barriles de crudo y acusaron a Bush de 'matar a cambio de petróleo'.

En Tokio decenas de personas se agruparon en torno a la Embajada estadounidense y fueron obligadas por la policía a dispersarse.

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