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Trabajo

El riesgo de ser joven y trabajador temporal

En seis de cada diez accidentes laborales que ocurrieron en España durante 2002 se vieron afectados trabajadores con contratos temporales, de acuerdo con los datos más recientes de la UGT.

Durante el año pasado, un total de 1.831.938 empleados sufrieron accidentes y alrededor del 60% de ellos eran trabajadores con contratos eventuales que, en la mayoría de los casos, no superaban los seis meses.

'Muchos accidentes tienen una relación muy estrecha con el paulatino deterioro del mercado de trabajo, el mantenimiento de una tasa de temporalidad que triplica la media de la Unión Europea, el incumplimiento sistemático de las obligaciones empresariales en materia de prevención de riesgos y el incremento de la subcontratación de actividades peligrosas', señalan responsables sindicales. La situación es aún más grave si se ahonda en el perfil de los accidentados.

De todos los siniestros ocurridos el año anterior, casi un millón causó baja, y los principales afectados fueron los jóvenes de menos de 24 años de edad contratados temporalmente.

Ese grupo de trabajadores jóvenes concentra alrededor del 80% de todos los siniestros laborales que suceden dentro de las empresas o bien en el trayecto de ida o vuelta del trabajo.

Se trata de un dato contundente, que evidencia la relación entre juventud, experiencia y precariedad laboral, un cóctel mortal en demasiadas ocasiones en los sectores de mayor riesgo.

También influye en el potencial de riesgo el ambiente de trabajo. El escenario más propicio para que ocurran estos accidentes son las empresas pequeñas. Las últimas cifras indican que las compañías con menos de cien trabajadores concentran el 55% de los accidentes laborales.

Y más aún que el tamaño de la empresa, la gran lacra de la siniestralidad es la subcontratación. Cuando esta práctica se da en actividades de riesgo, la responsabilidad empresarial se diluye hasta la impunidad, ante la dificultad de probar cuál de todas las empresas relacionadas es la responsable final del accidente.

Pero pese a todos los intentos de frenar la siniestralidad, desde 1993 no ha pasado un solo año sin que aumente el número de accidentes laborales.

Desde que entró en vigor la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en 1996, la cantidad de accidentes con baja ha aumentado un 44%, si bien es cierto que la cantidad de afiliados a la Seguridad Social ha crecido en este periodo casi en la misma proporción (un 30%). De ahí que el Gobierno se refugie siempre en el argumento consistente en que los accidentes aumentan porque también se incrementa el número de trabajadores.

Aunque debe reconocerse que en los últimos tres años ha ido disminuyendo el ritmo de crecimiento de los accidentes con baja laboral. Mientras que en 1999, éstos aumentaron un 15,2%, en 2000 se incrementaron un 7,8%, en 2001, lo hicieron en un 2,5% y el pasado ejercicio, el número de accidentes sólo creció un 1,1%.

Pero en el momento actual, a la luz de las estadísticas, el dato más preocupante es el de los fallecidos en accidente laboral. El pasado año, los accidentes mortales crecieron un 8,1%, con 1.104 fallecidos, cuando en 2001 se dispararon las esperanzas y se pensó que los planes de choque empezaban a dar sus frutos, ya que los accidentes mortales descendieron un 6,7%.

Por sectores, el 43% de los accidentes que causaron baja el año pasado estuvieron concentrados en las empresas dedicadas a los servicios, mientras que la industria registró el 27% de los siniestros; la construcción, un 26%, y la agricultura, el 4%.

Cataluña, con 183.850 casos; Andalucía, con 151.905, y Madrid, con 130.915 siniestros laborales, agruparon la mayoría de los accidentes.

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