Erdogan limita el apoyo a Estados Unidos al uso de las bases aéreas turcas
El primer ministro turco, Tayip Erdogan, anunció ayer que el país abrirá su espacio aéreo a los aviones estadounidenses, pero que no permitirá que las aeronaves tengan acceso a las bases ni siquiera para repostar.
Esa es la propuesta que Erdogan someterá hoy a votación del Parlamento y que supone un fuerte giro sobre los planes iniciales de permitir que 62.000 soldados estadounidenses procedieran desde este país al ataque de Irak por el norte.
Eso, según los analistas, supone que Turquía perderá los 30.000 millones de dólares en ayuda prometida por EE UU por el uso de sus bases y que representaba un fuerte alivio para una economía fuertemente endeudada.
De hecho, Erdogan reconoció que las negociaciones actuales entre EE UU y Turquía se centraban sólo en cuestiones militares y políticas, no económicas, y que la resolución del Parlamento, si es aprobada hoy, no dará a Washington derecho para utilizar las bases turcas.
En la Guerra del Golfo de 1991, la base turca de Incirlik fue decisiva para los bombardeos llevados a cabo desde el frente del norte de Irak por aviones estadounidenses y británicos. No obstante, las autoridades turcas no aclararon ayer si EE UU podía hacer uso del material y los aviones que mantiene en esa base.
Para los expertos militares, la decisión turca aumenta los riesgos de la operación iraquí, aunque todos coincidían en que ello no alterará el calendario previsto para el ataque. Es más, todo apunta que el frente norte seguirá adelante con o sin el permiso de Turquía para utilizar las bases.