Avance masivo de tropas aliadas hasta la zona desmilitarizada entre Irak y Kuwait
A las ocho de la tarde, hora de Washington (dos de la madrugada hora española) a Sadam se le acababa el tiempo para evitar una guerra. Sólo su exilio y el de sus hijos podría parar un ataque. Pero nadie apostaba porque hubiese una salida al conflicto y las tropas aliadas se posicionaron para lanzar un ataque.
Un convoy de jeeps militares estadounidenses y vehículos blindados británicos entraron en la zona desmilitarizada, en el sur de Irak. Esta zona, establecida tras la guerra del Golfo, en 1991, se extiende cinco kilómetros en el norte de Kuwait y 10 kilómetros en el sur de Irak. Washington y Londres tienen más de 260.000 soldados desplegados en la zona.
La cuenta atrás para el ataque aliado comenzó con la negativa de Sadam Husein a abandonar el país. Ayer, el portavoz del Parlamento iraquí, Saadun Hammadi, manifestó que el exilio de Sadam 'no puede ocurrir nunca'. El Parlamento iraquí abrió una sesión de emergencia ayer para estudiar el ultimátum de Washington, que calificaron de 'insolencia' y 'agresión'. El rey de Bahrein, Hamad Ben Issa Al Jalifa, se mostró ayer 'dispuesto a acoger al presidente Sadam Husein si quiere residir allí con todos los honores, sin que esto afecte a las capacidades y al estatuto de Irak'.
Sin embargo, el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, afirmó que en EE UU 'no hemos visto señales de las autoridades iraquíes de que Sadam Husein aprovechará esta última oportunidad de evitar el conflicto militar'.
Fleischer lanzó además un mensaje a la población estadounidense advirtiendo de los riesgos que supone la guerra. 'Al borde de una guerra contra Irak, América debería estar preparada para lo que esperamos que sea un conflicto tan corto y preciso como sea posible, pero hay muchas incertidumbres', explicó. Fleischer alertó a los estadounidenses para que estén 'preparados para la pérdida de vidas'.
'El presidente cree que es algo en lo que EE UU ha pensado y para lo que está preparado. Una de las mayores preocupaciones es que estamos contra un enemigo que puede usar armas químicas y biológicas', añadió el portavoz de la Casa Blanca.
Los temores de EE UU a las represalias iraquíes fueron avivados con las declaraciones del embajador iraquí en Moscú, Abbas Khalaf. El diplomático advirtió que los ataques contra los estadounidenses no tienen por qué limitarse a los soldados destinados a Irak. 'No excluyo que la guerra no tenga fronteras, porque hay mil millones de musulmanes en el mundo', dijo. Desde el Gobierno iraquí también se lanzaron amenazas. El ministro de Información, Mohamed Said al-Sahaf, dijo a un grupo de periodistas en Bagdad que los soldados aliados 'se enfrentan a una muerte segura'.
æscaron;ltimos preparativos
El presidente de EE UU, George Bush, se reunía ayer con el Consejo de Seguridad Nacional y con el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, según informó la cadena de televisión CNN citando a un alto funcionario.
Bush conocería así los últimos preparativos militares y una previsión del tiempo y otras circunstancias que pueden influir en la decisión de cuándo comenzar la guerra. Aunque el ataque podría empezar tan pronto como termine el ultimátum lanzado por Bush, Estados Unidos podría lograr una 'ventaja táctica' si espera un poco antes de ordenar el ataque, según las fuentes.
Un alto funcionario citado por la CNN apuntó que el ultimátum es para Sadam, pero 'no es un factor determinante' para decidir cuándo será el ataque.
Entre tanto, las tropas aliadas se enfrentaban ayer a una fuerte tormenta de arena que redujo la visibilidad a escasos metros. Las tiendas que alojan a los soldados británicos y estadounidenses quedaron cubiertas de arena, al igual que la capital iraquí. No obstante, los comandantes de las tropas negaron que el tiempo entorpeciera los planes militares. 'No tendrá ningún impacto, salvo que nos ensuciará a todos y nos sentiremos incómodos', dijo a la prensa el general Buford Blount, comandante de la Tercera División de Infantería de EE UU, acampada en el norte de Kuwait.
Pero los expertos dijeron que las tormentas de arena sobre Bagdad impedirán a los pilotos bombardear con precisión blancos estratégicos, aunque no entorpecerán la labor de los misiles guiados por satélite.
Tarek Aziz desmiente los rumores sobre su deserción
El viceprimer ministro de Irak, Tarek Aziz, apareció ayer en directo por televisión para poner fin a los rumores de que había desertado o había sido alcanzado por disparos cuando trataba de huir de la capital iraquí.'Decidí reunirme con ustedes (...) para afirmar que estamos listos para pelear', dijo Aziz a los periodistas.Momentos antes las informaciones sobre un intento de huida del país y su asesinato por orden de Sadam Husein saltaban a las principales agencias de información del mundo.La radio pública israelí, una cadena de televisión árabe y la agencia rusa Itar informaron que Aziz intentó salir de Irak ante la perspectiva de un ataque estadounidense, pero que los hombres de Sadam le dispararon.La oficina del viceprimer ministro desmintió en seguida los rumores, pero el propio Aziz tuvo que confirmarlo.'Yo, igual que los valientes líderes iraquíes, nacimos en Irak y moriremos en Irak, ya sea como mártires (lo que es un gran honor) o de forma natural', aseguró ante la prensa. Mano derecha de Sadam, Aziz aprovechó la ocasión para reiterar que 'si Bush decide continuar la agresión, no será un picnic para él'. Y advirtió: 'Va a ser una guerra sangrienta y será larga'.Por otra parte, fuentes de Estados Unidos aseguraron que 17 soldados iraquíes se habían rendido a las tropas aliadas en el norte de Kuwait. Los aviones aliados han lanzado propaganda en Irak para instar a los soldados iraquíes a que se rindan.