Aguas de Valencia se enfrenta a un aval imprevisto de 4,9 millones
Al grupo Aguas de Valencia se le multiplican los problemas. A la batalla entre los accionistas por el control de la empresa y a una reciente sentencia desfavorable que le puede costar más de ocho millones de euros, para los que no se había hecho ningún tipo de provisión porque se confiaba en que el tribunal fallase a favor de sus tesis, se ha unido ahora la revelación de la existencia de un aval otorgado en favor de la Diputación Provincial de Valencia por 4,9 millones.
El aval responde a un compromiso de Vainmosa Cartera, filial de Aguas de Valencia, con la Diputación para adjudicarse el concurso de privatización del 49% de la empresa Egevasa. La compañía se comprometió a realizar inversiones en la red de Egevasa por ese importe y lo garantizó con el aval.
Según la memoria de Aguas de Valencia correspondiente a 2001, las sociedades Lubasa y Facsa, accionistas de la empresa, 'manifestaron unilateralmente su decisión de subrogarse en estas obligaciones no dinerarias' -las inversiones- y el área de Medio Ambiente de la Diputación certificó después que las inversiones se habían realizado. Por ello, Aguas de Valencia dice en la memoria de 2001 que dicho aval 'está pendiente de ser liberado' y no hace ninguna provisión al respecto.
Sin embargo, el Grupo Socialista en la Diputación ha denunciado que las inversiones no se han llevado a cabo y los servicios jurídicos han confirmado que el aval no ha sido liberado. Si la Diputación lo ejecutase, el impacto en las cuentas de Aguas de Valencia sería equivalente a los beneficios ordinarios de todo un año.