Móviles intenta deducirse 750 millones en impuestos por compras en Brasil y México
Telefónica Móviles está evaluando la posibilidad de acreditar unas minusvalías de 2.137 millones por operaciones en Brasil y México, que le permitirían deducirse impuestos por el 35% de esta cantidad.
Por ahora, Telefónica Móviles se ha limitado a advertir a sus accionistas en la memoria anual de que el crédito fiscal conseguido en 2002 puede ser aún mayor, porque para que esta posibilidad sea un hecho queda todavía un proceso de estudios y consultas que puede dilatarse en el tiempo y que no tiene un final predeterminado. Pero lo cierto es que la posibilidad existe y para eso ha puesto a trabajar a sus financieros y ha contratado el asesoramiento de dos expertos externos. Y es que la recompensa es una deducción de impuestos de 750 millones de euros, que vendrían a sumarse al ingreso fiscal de 2.131 millones que la compañía ya tiene acreditado en sus cuentas de 2002.
Para encontrar el origen del crédito fiscal en discusión hay que remontarse al aumento de participación en la compañía brasileña Telesudeste Celular, a la adquisición de las cuatro operadoras del norte de México propiedad de Motorola y a la moneda que se utilizó en la transacción: acciones.
Las compras de estas compañías se realizaron mediante ampliaciones de capital y generaron una disparidad entre el resultado contable y el fiscal. Contablemente, Telefónica Móviles usó la legislación vigente y registró un precio de adquisición determinado por el valor teórico contable de las acciones emitidas. Fiscalmente, sin embargo, el valor de referencia tomado fue el precio de cotización de los títulos en el momento de la adquisición, sustancialmente más elevado que el valor teórico contable.
Reducción de las plusvalías
Según fuentes jurídicas, el objetivo inicial de esta contabilización estaba lejos de ser la consecución de un crédito fiscal, sino más bien todo lo contrario. Telefónica Móviles pretendía utilizar la legislación fiscal para dar el valor más alto a su participación y reducir la cuantía de plusvalías a tributar en caso de una transmisión por un precio superior.
La realidad ha sido bien distinta. Ni Telesudeste Celular ni las operadoras mexicanas han sido vendidas, pero sí transmitidas, ambas en el año pasado. La constitución de la sociedad conjunta con Portugal Telecom en Brasil ha obligado a Móviles a integrar en ella todos sus activos en el país, Telesudeste incluida, en una operación que se cerró el pasado diciembre. Lo mismo ha sucedido en México, donde la compra de Pegaso ha determinado la unión de todas las posiciones bajo una empresa común.
Y aquí es donde la crisis bursátil, el pinchazo de la burbuja tecnológica y los problemas económicos de Latinoamérica han pasado factura. A la hora de transmitir las compañías adquiridas con acciones no se puso de manifiesto ninguna plusvalía, sino una minusvalía fiscal de 2.137 millones de euros -generada sobre todo por la compañía brasileña- que es la cantidad en la que Telefónica Móviles intenta ahora aumentar su base imponible negativa. Si lo consigue, podrá deducirse el 35%, unos 750 millones de euros.
Fuentes cercanas a la compañía aseguran que, aunque el objetivo inicial de Móviles no era conseguir un crédito fiscal, está en la obligación de estudiarlo una vez que la posibilidad se presenta. Así lo está haciendo, aunque no está claro que el Ministerio de Hacienda vaya a aceptar el valor fiscal que se dio a las adquisiciones de la compañía brasileña y de las mexicanas.
La posibilidad es lo suficientemente defendible -y la cuantía en litigio tan elevada- como para que Telefónica Móviles haya pedido asesoramiento a dos expertos externos. Al mismo tiempo, ha incluido en la memoria anual de 2002 el aviso de que está 'evaluando la posibilidad de acreditar un ajuste negativo en su liquidación del impuesto sobre sociedades por importe de 2.137.243 miles de euros'.
Pero a la vez existen suficientes dudas de que la deducción pueda realizarse, lo que explica por qué no ha sido contabilizado ya en las cuentas de 2002.
Para que la deducción de 750 millones de euros en impuestos sea un hecho, Telefónica Móviles esperará al informe de los expertos externos y a la inspección que realice o no la Agencia Tributaria. Sólo una vez que se hayan resuelto todas las trabas lo incluirá como ingreso extraordinario en el trimestre que corresponda. Por eso no será necesario reformular las cuentas de 2002, a pesar de que la deducción se haya producido en ese ejercicio.
Telefónica tiene un colchón para los beneficios de tres años
Telefónica Móviles tributa en régimen de consolidación fiscal, lo que significa que no paga impuestos por ella misma, sino que traspasa a su matriz todos los créditos fiscales y bases imponibles que obtenga, a la vez que reconoce un crédito o una deuda con Telefónica, dependiendo del signo impositivo.El verdadero impacto de los resultados del año pasado, por tanto, se notará en los pagos por impuesto de sociedades que haga Telefónica de aquí en adelante. Porque los saneamientos de los negocios de UMTS en Europa, unidos a las pérdidas de Terra Lycos, generaron un ingreso fiscal para la matriz de 3.228,7 millones de euros, a los que ahora se podrían unir otros 750 millones de euros, si Móviles sale con éxito de la negociación.El resultado son casi 4.000 millones que se compensarán, según la normativa fiscal española y tras las modificaciones introducidas por la Ley 24/2001, de 29 de diciembre, de Medidas Fiscales Administrativas y del Orden Social, con los beneficios de los 15 ejercicios siguientes al registro de las pérdidas.Asumiendo que Telefónica se deduzca exactamente el 35% de su beneficio bruto y tomando en cuenta las previsiones de resultados realizadas por Merrill Lynch, los 4.000 millones de crédito fiscal permitirían a la operadora no pagar impuestos durante los próximos tres años. Sólo la base imponible negativa que Telefónica Móviles está intentando acreditar equivaldría a los tributos de casi un año.Aunque no sea directamente para ella, por tanto, Móviles se ha convertido en una generadora de recursos futuros para Telefónica. Del crédito fiscal total de la operadora del año pasado, 2.837,2 millones de euros corresponden al saneamiento y cierre de los negocios de UMTS en Alemania, Italia, Suiza y Austria, que fiscalmente se considera una provisión por depreciación de cartera deducible.