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Planes de pensiones

La renta fija aún tiene mucho que decir

El protagonismo de los planes de renta variable no mermará el margen de ganancias que tienen todavía los mercados de deuda

El súbito cambio de humor en los mercados de renta variable, y de rebote en los de renta fija, ha modificado en los últimos días, y de forma radical, la tendencia que venían siguiendo las rentabilidades de los planes de pensiones. Aunque es muy prematuro hablar de tendencias, los mercados de renta variable habían tocado mínimos en la primera mitad de la semana y los planes de pensiones de renta variable se encontraban en sus peores momentos del ejercicio. Los de renta fija, por contra, han estado en máximos de rentabilidad y, aunque al final de la semana han flojeado de forma perceptible, siguen manteniendo el liderazgo de las ganancias.

La renta fija sigue liderando, en efecto, las clasificaciones de rentabilidad y explica, por sí sola, el hecho de que haya ahora mismo un tercio de los planes de pensiones con rentabilidades positivas en lo que va de año. Más de un centenar de planes de pensiones presenta ganancias acumuladas que, en algunos casos, llegan a superar el 7% desde que comenzó el ejercicio hasta el momento. A este paso, los planes de pensiones de renta fija, que el año pasado registraron una ganancia del 7,5% de promedio (en el caso de los planes de pensiones que operan en la zona euro, ya que los internacionales apenas lograron un 0,6% de rentabilidad media), pueden reeditar sus beneficios del pasado año.

Aunque una eventual reacción de la renta variable, al alza, pueda distraer parte de la presión compradora sobre los mercados de renta fija, éstos poseen todavía una dinámica capaz de conseguir rendimientos adicionales gracias a las bajadas de tipos de interés que se esperan, sobre todo en los mercados de la zona euro, para el día después del conflicto armado. Es decir, para el momento en que las incertidumbres políticas permitan a los bancos centrales dirigir toda su atención a la mejora de los estímulos económicos al crecimiento. La renta fija está, por lo tanto, muy lejos de haber dicho su última palabra, según las hipótesis más extendidas.

El traslado parcial de inversiones a la renta variable puede ser ahora oportuno con el cambio de rumbo en los mercados, para aprovechar un tirón alcista

Por el momento, los planes de pensiones de renta fija canalizan la casi totalidad de los planes de pensiones con rendimientos positivos. En la cabeza de la lista por rentabilidades hay algunos fondos con rendimientos acumulados del orden del 7% en los dos meses y medio que llevamos del presente ejercicio y varios fondos de pensiones más se sitúan en torno al 4% de ganancia acumulada en el ejercicio.

Dado que los partícipes de planes de pensiones pueden trasladar su dinero desde un fondo de renta fija a otro de renta variable (y viceversa), algunas gestoras empiezan a recomendar últimamente, aprovechando los niveles mínimos a los que han llegado los mercados bursátiles, un traslado de ahorro, aunque sólo sea gradual, desde las inversiones en renta fija a las de renta variable, con objeto de aprovechar el tirón alcista que pueda producirse en los próximos meses.

Aunque las expectativas de ganancias en la renta fija son todavía más que aceptables, con posibles ganancias adicionales de aquí a finales de año, el potencial de beneficio que proporciona la Bolsa a un plan de pensiones es muy superior al que puede aportar la mejor de las oportunidades en el escenario de la renta fija.

Un cambio de fondo hacia la renta variable, aunque sea de forma gradual, implica en todo caso un aumento de la exposición al riesgo por parte del partícipe, una actitud a la que son más proclives los segmentos más jóvenes del colectivo de inversores que cuenta con planes de pensiones en su patrimonio. Los planes de pensiones de corte bursátil, que representan cerca del 35% del patrimonio total que gestionan los planes de pensiones españoles, han ido acumulando pérdidas este año hasta niveles que ya superan en algún caso el 20% en apenas dos meses y medio. Por encima del 10% de pérdida acumulada hay en estos momentos cerca de un centenar de planes de pensiones, muchos de ellos de reciente creación, ya que apenas tienen un año de vida, como mucho dos, en la mayoría de los casos.

La decisión de cambio de fondo es importante para los partícipes, sobre todo para aquellos cuyo horizonte de disfrute de la pensión (por llegar a la edad de jubilación o por alguna otra contingencia prevista en la legislación) es relativamente corto y deben optar por estrategias de inversión claramente conservadoras y de minimización del riesgo. En todo caso, el traslado de recursos desde un fondo de renta fija a otro con mayor exposición al riesgo tiene en los mixtos un amplio abanico de posibilidades, que oscilan entre niveles de inversión bursátil del 15% de la cartera hasta otros del 75% en las diversas familias de fondos mixtos.

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