Rusia adoptará los estándares contables internacionales en 2007
La Bolsa rusa está de moda. En dos años ha ganado el 150%, una rentabilidad envidiable para cualquier gestor occidental. De hecho, algunos expertos hace ya meses que hablan de esta plaza como el nuevo refugio de la renta variable.
No es la primera vez que Rusia atrae el interés del gran capital. Ya ocurrió algo similar a mediados de los noventa. Pero esta vez la apuesta tiene tintes menos especulativos y responde a una mejora de los fundamentales tanto en el plano económico como en el regulatorio.
Igor Kostikov, dejó ayer claro que el principal objetivo de su organismo y del Gobierno es devolver la confianza a los inversores. Kostikov puso especial énfasis en enumerar las reformas que se han llevado a cabo para lograr ese fin, entre ellas, la elaboración de un código de conducta para la gestión empresarial, el endurecimiento de las penas por manipulaciones de precios y el aumento de las tareas de vigilancia sobre las operaciones bursátiles.
El colofón final de todas estas reformas es la adaptación de la contabilidad de las compañías rusas a los estándares internacionales. Kostikov explicó que tanto el Gobierno como el regulador se han comprometido a dar paso a la normativa contable internacional entre 2005 y 2007. El presidente del supervisor ruso añadió que las principales compañías de la Bolsa de Moscú ya presentan sus cuentas bajo estos estándares (IAS, siglas de International Accounting Standards) 'a pesar de que todavía existe una discusión entre los reguladores europeos sobre su validez'.
Tras hacer hincapié en los avances legislativos, Kostikov recalcó que la actual evolución de la Bolsa rusa responde también a una mejora sustancial de los fundamentales de la economía y la estabilidad política, así como de los precios realmente atractivos de las compañías que cotizan en ella.
José Luis Martínez, economista jefe de Citibank, explicaba en una nota reciente que existe todo un conjunto de razones que invitan a considerar los activos rusos 'como una buena inversión a corto, pero sobre todo a medio y largo plazo'. 'Fuerte crecimiento económico, 4% durante el año pasado; progresivo descenso de la inflación, que podría alcanzar tasas de crecimiento de un dígito en tres años; superávit en las cuentas del sector público, lo que ha llevado a un descenso en el porcentaje de deuda externa hasta un 32% del PIB, que este año puede llevar a una mejora en el rating de la deuda pública; y creciente nivel de las reservas de divisas', entre otras.
Hace unas semanas, la analista de Clariden Bank, Svetlana Voronova, apuntaba a la estabilidad política y a las reformas fiscales -como la eliminación de la masiva imposición que afectaba a la compraventa de valores- como dos factores que habían contribuido a un aumento de la liquidez de los mercados rusos. Voronova, en conversación con este diario, también destacó la infravaloración de la Bolsa moscovita, donde las empresas cotizan con un PER (veces que el precio de las acciones contiene los beneficios por acción) medio de siete veces, frente a las 26 veces del índice Dow Jones.
En busca de ideas para un Latibex a la rusa
El motivo oficial de la visita a España del presidente de la Comisión Federal para la Seguridad de los Mercados de Valores de la Federación Rusa, Igor Kostikov, era el de asistir a una reunión con los representantes de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (Iosco), con sede en Madrid. Sin embargo, el propio Kostikov no ocultó que la reunión que mantendrá con su homólogo español, Blas Calzada, y con el presidente de Bolsas y Mercados Españoles, Antonio Zoido, va más allá de la simple cortesía.'Queremos saber más sobre el funcionamiento del Latibex, ya que estamos estudiando la posibilidad de crear un mercado parecido con la Comunidad de Estados Independientes', señaló Kostikov.El mercado de valores latinoamericanos en euros auspiciado por la Bolsa de Madrid parece que genera más entusiasmo fuera de las fronteras españolas que entre los inversores nacionales. El volumen negociado ayer en el Latibex fue de un millón de euros, ni una milésima parte de lo que movió el Continuo.