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Electrónica

Philips suprimirá 1.600 empleos en su división de semiconductores

El primer fabricante europeo de electrónica de consumo, Royal Philips Electronics, anunció ayer un drástico plan de recorte de empleo en su división de semiconductores (chips), que afecta a 1.600 personas, de las que por lo menos 1.120 trabajan en Estados Unidos. La noticia se recibió con entusiasmo en la Bolsa de Amsterdam, donde la acción de la compañía se revalorizó un 12,73% y cerró a un precio de 14,26 euros.

La compañía anunció ayer el cierre de la fábrica de San Antonio (Tejas), con una plantilla de 520 personas, que se une al ya previsto de la fábrica de Alburquerque (Nuevo México), con 600 trabajadores. De manera que en Estados Unidos conservará exclusivamente la fábrica de Fishkill (Nueva York), que compró a IBM en el año 2000.

La decisión de eliminar el 5,1% de la plantilla fija de la división, que se situaba en 31.185 personas a finales del año pasado, intenta subsanar las cuantiosas pérdidas del año pasado de la compañía (3.200 millones), desconocidas en su historia, y que, fundamentalmente, procedieron de esta división. Philips Semiconductors ha acumulado pérdidas operativas por valor de 1.100 millones en los dos últimos ejercicios.

Philips no tiene fábrica de semiconductores en España, sino sólo una representación comercial, en la que trabajan 15 personas, la mayoría en Barcelona. Una portavoz de Philips descartó que les afecte la reestructuración.

Un portavoz de Philips, Andrew Goldman, explicó que la reestructuración supondrá un ahorro de costes de 200 millones de euros anuales. En declaraciones a The Wall Street Journal, el consejero delegado de la división de semiconductores, Scott McGregor, elevó este ahorro a 250 millones y expresó su confianza en que ello contribuirá a sanear el negocio, que volverá a ser rentable en el último trimestre del año.

Philips, al igual que ST Microelectronics e Infineon, sus inmediatos rivales más grandes que él, llevan ajustando sus costes desde 2001, año en que la industria se dio el gran batacazo. El optimismo brilla por su ausencia en el sector a escala mundial. Un dato: el año pasado sólo Intel y Samsung invirtieron en nuevas plantas, pero para este ejercicio hasta Intel ha revisado a la baja su plan de inversiones. Sin ir más lejos, anteayer el consejero delegado de la multinacional, Gerard Kleisterlee, afirmó que la demanda de semiconductores seguirá siendo de 'perfil bajo' y expresó su desconfianza en que se cumplan las perspectivas de un repunte superior al 8% en la demanda mundial de semiconductores, como ha anunciado recientemente la consultora Gartner.

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