Washington dice tener siete de los nueve votos necesarios para aprobar su resolución
Los diplomáticos de Estados Unidos y de Gran Bretaña ajustaban ayer los elementos de su proyecto de segunda resolución para el Consejo de Seguridad de la ONU, al tiempo que proseguían sus esfuerzos para conseguir los nueve votos necesarios para la aprobación del nuevo texto que permita un ataque militar contra Irak.
En un marco de declaraciones contradictorias, el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, dijo ayer que su país intentará conseguir una segunda resolución sobre Irak 'esta misma semana'. En Madrid, mientras tanto, su colega Ana Palacio afirmaba que, si no consiguen asegurarse los nueve votos, EE UU, Gran Bretaña y España no presentarán esa segunda resolución.
Pero en Washington fuentes de la Casa Blanca dijeron que el presidente George Bush se ha asegurado seis de los nueve votos que les hacen falta, ya que habría convencido a Camerún, Guinea-Conakry y Angola, mientras continúa presionando a Chile y México para que apoyen una segunda resolución.
El proyecto en elaboración de esa resolución incluye, de acuerdo a fuentes británicas, que el presidente Sadam Husein dirija un mensaje por televisión renunciando a todas sus armas de destrucción masiva, además de permitir que 30 científicos de su país viajen a Chipre para ser interrogados por inspectores de armas de la ONU. Además, se exige a Irak que destruya la producción de armas biológicas y otras. Por otra parte, el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, insistió ayer en que es necesario fijar como fecha última el 17 de marzo y que, si Irak no cumple con las anteriores resoluciones de la ONU, se autorice un ataque militar contra ese país. Francia y Rusia, junto con China, no están de acuerdo. Las gestiones diplomáticas de las últimas horas no han cambiado su postura. Incluso si obtiene los nueve votos en el Consejo, EE UU no puede evitar un veto francés o ruso.