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Divisas

Un dólar débil, no un euro fuerte

Los expertos reunidos por Cinco Días consideran que la divisa europea seguirá apreciándose a corto, hasta el 1,15 o 1,20

Si preguntáramos qué efecto tendría sobre la paridad de una moneda una situación de recesión económica y de desavenencias políticas internas, diríamos que haría caer su valor. Esta es la situación actual en la Unión Europea, pero, inexplicablemente, el euro se muestra fuerte contra el dólar. Este paradoja fue uno de los puntos en los que se centró parte de la conversación que se mantuvo entre los invitados al desayuno organizado por Cinco Días para analizar las relaciones entre el euro y el dólar.

En definitiva, se trata de conocer la opinión de los invitados sobre si la actual paridad entre las dos divisas, favorable a la europea, es producto de la fortaleza del euro o, en realidad, es simplemente por la debilidad del dólar. Se decantan por esta última tesis. Respecto a si el euro continuará en esta dinámica, los invitados consideran que puede seguir apreciándose a corto plazo hasta el 1,15 o 1,20.

Hay razones estructurales que explicarían la debilidad del billete verde. Manuel Conthe, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI), destaca el 'grave déficit comercial de EE UU por cuenta corriente, que ronda el 5% del PIB y que en cualquier otro país sería un motivo de alarma grande'. En esta línea incide Sergio Miguez, de Gesatlántico, quien asegura que 'en un tiempo récord el país ha pasado de un superávit a un déficit, mientras que en la zona euro, aunque con fracturas, se ha conseguido un pacto de estabilidad'. Carlos Muro, de Morgan Stanley, también considera que pesa sobre la cotización del dólar el déficit estadounidense.

En cuanto a la paridad, en Morgan Stanley, consideran que: 'El gran camino de depreciación del dólar ya se ha producido. Estamos hablando de una apreciación del 20% del euro en poco más de seis u ocho meses. Marginalmente le puede quedar algo más de subida'. Aunque a largo plazo le queda ya muy poco', asegura Carlos Muro, director de Morgan Stanley. 'No habría que esperar un gran cambio excepto la gran incertidumbre bélica', puntualiza, y resalta: 'El nivel del dólar es más razonable de lo que fue en 1985'.

Por lo que se refiere a las cotizaciones teóricas, Andrés Lantero de Credit Suisse cita la evolución histórica de la paridad entre las divisas europeas y estadounidense. Así, en 2000 oscilaba entre 1,19 y 1,45; mientras que el año pasado se situaba en 1,05 y ahora vuelve a subir hacia 1,15-1,20.

Sergio Miguez, director de Gesatlántico, hace un poco de historia y recuerda que, 'cuando el euro comenzó su andadura, salió a 1,14 y al poco subió a 1,18, y entonces se pensaba que el margen de subida era muy significativo. 'Como luego bajaron las referencias, se nos habían olvidado estas cotizaciones', por lo que se muestra optimista y dice: 'Todavía puede subir mucho más'.

Otro factor que influye en el precio del dólar es el de la diversificación de monedas a la hora de que diversos países coloquen sus reservas. Manuel Conthe señala que, 'con la unión monetaria, los bancos centrales europeos empezaron a soltar dólares; al tiempo que China y Rusia comenzaron a diversificar sus carteras. Ese ajuste de reservas tenderá a depreciar la moneda'. Conthe añade: 'No se puede pensar que el euro vaya a destronar al dólar, con ese pensamiento francés de tener la moneda más prestigiosa del mundo'. En Morgan Stanley consideran que, si hay un cambio en cuanto a la composición de las carteras de las reservas centrales, se hará paulatinamente, pactado, sin movimientos bruscos.

Hay consideraciones políticas que también afectan al euro. Por ejemplo, señala Carlos Muro, de Morgan Stanley, que, si se hace realidad el hecho de que el precio del petróleo lo marquen en euros, algunos productores incidiría en la apreciación de la divisa europea.

Otro argumento que contribuye a entender la caída de la cotización del dólar es el descenso en la confianza de la Administración Bush. Como ejemplo, señalan que los responsables del Tesoro son inexpertos en el mundo financiero, proceden de la empresa y consideran que un dólar débil tiene sus beneficios. El director de Gesatlántico, Sergio Miguez, señala que en EE UU no quieren un dólar fuerte, ni tampoco Japón y considera que para la economía europea un euro por encima de 1,20 sería complicado. El motor de la recuperación tiene que ser Estados Unidos', afirma.

El socio de AFI comenta que el mensaje de Bush de querer la guerra, pero a la vez bajar los impuestos es 'contradictorio y mina la confianza internacional del dólar', afirma. 'Si se produce un ataque, es previsible un movimiento puntual de repunte del dólar', señala Miguez. Conthe puntualiza que, 'en un escenario bélico, una subida del petróleo haría más daño a Europa que a EE UU'.

Recomendación a los fondistas

En cuanto a los inversores en fondos, en Gesatlántico consideran que el potencial de depreciación del dólar sigue siendo claro, por lo que apuestan por una cobertura de las carteras en dólar. 'Pensamos que el inversor está más protegido en carteras vinculadas al euro', destaca Miguez. Respecto a la evolución de las Bolsas, en Gesatlántico considera que los mercados bursátiles van a seguir siendo bajistas y que el refugio no va a ser el dólar, sino la renta fija, el oro u otros activos que permitan salir del bache.

Para Credit Suisse las recomendaciones a sus inversores son de estabilidad. Andrés Lantero, director de la gestora suiza, considera que 'quien está invirtiendo en renta fija en dólar es porque confía en que esta moneda se va apreciar en el plazo que se haya marcado. Para los inversores en renta variable, el efecto dólar se diluye un poco'. Y añade: 'Llegados al punto en el que el dólar se ha apreciado, los movimientos de la divisa no van a ser excesivamente importantes en fondos denominados en euros'.

En AFI recomiendan permanecer en euros. Manuel Conthe cree que hay más riesgo de depreciación del dólar que de retorno a la paridad con el euro. 'Por ello, si fuera un inversor español, no me complicaría invirtiendo en dólares', declara. A los inversores conservadores que estuvieran en dólares, Conthe les sugiere 'deshacer las posiciones salvo que sea una estrategia de diversificación'.

En Gesatlántico, como la situación económica es complicada, recomiendan permanecer en euros, pues, según la gestora española, el panorama de confianza no induce a pensar que el dólar vaya a recuperar. A los inversores que estuvieran en fondos en dólares les aconseja que aprovechen los movimientos apreciatorios a corto, oportunidades que se producirán como consecuencia de tensiones geopolíticas.

Sin embargo, los cuatro invitados al desayuno de Cinco Días matizan una y otra vez sus palabras. Nadie quiere a estas alturas tirar de la bola mágica, pues toda previsión es una apuesta arriesgada. Además de las incertidumbres bélicas, hay muchas contradicciones que no encajan con el comportamiento de las dos divisas de mayor peso internacional.

Así, Carlos Muro resalta la paradoja de que con la mayor desunión de la Unión Europea y con una economía dando síntomas de recesión sea el momento de una gran apreciación de la moneda europea frente al dólar. 'En la época de arranque del euro estos movimientos habrían influido muy negativamente en las cotizaciones', declara. Para Morgan Stanley 'hay que hablar de una caída fuerte del dólar más que de una apreciación del euro'. Manuel Conthe señala que el incumplimiento de los objetivos presupuestarios, que ha sucedido en la zona euro, podría haber llevado a una depreciación del euro en otro entorno económico.

Para Miguez, la división política de la UE es un tema grave, al que hay que sumar la incorporación de 10 países en mayo de 2004. 'El euro se beneficia también de que los flujos de capitales no tienen dónde refugiarse', sentencia.

Manuel Conthe - Socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI)

'En términos de paridad del poder adquisitivo, el euro claramente ha estado infravalorado durante estos años de unión monetaria. Tuvo el mínimo de 0,82 frente al dólar y ahora estamos llegando a un tipo nominal parecido al de partida', afirma Manuel Conthe, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Respecto a la cotización estima que 'fácilmente se puede llegar a 1,15 o a 1,20'. Matiza: 'En teoría, y a corto plazo, se podría apreciar más, aunque cualquier previsión es temeraria'. Recomienda a los inversores tener sus carteras en euros y deshacer las posiciones en dólares, salvo las de diversificación.

Carlos Muro - Director de Morgan Stanley

'Creemos que los movimientos en los mercados de capitales son de péndulo; posiblemente se pasó en la apreciación del dólar y posiblemente se pasa ahora en su depreciación', matiza Carlos Muro. 'Todos los estudios teóricos están muy cercanos a los niveles actuales de 1,05-1,15', destaca el director de Morgan Stanley, que puntualiza: 'A corto el movimiento del dólar puede ir para cualquier lado, cuando se despejen las incertidumbres, previsiblemente se revalorizará'. 'El diferencial de tipos no afecta al comportamiento de la divisa a corto, pero sí a la rentabilidad del inversor', matiza.

Sergio Miguez Martín - Director General de Gesatlántico

'La situación es más de debilidad del dólar que de fortaleza del euro', resalta Miguez. 'Las condiciones macroeconómicas de la zona euro no apuntan a que el euro se vaya a apreciar más, pero la divisa europea se va asentando como moneda y probablemente la tendencia apreciatoria a medio y largo plazo pueda continuar', añade. 'El movimiento en el corto ha sido muy radical y quizá podamos empezar a pensar en otras divisas refugio o incluso en el oro', considera el director de Gesatlántico. 'Tal vez se produzca un repunte puntual del dólar si estalla el conflicto bélico', pronostica.

Andrés LAntero - Director Comercial de Credit Suisse

'Pensamos que es una combinación de las dos cosas: debilidad del dólar y cierta recuperación de la credibilidad del euro. Debilidad del dólar por su déficit público, comercial y la necesidad de financiarlos. Hay un voluntarismo de las autoridades de ese país de tener una moneda débil que favorezca sus exportaciones y limite sus importaciones. Por parte del euro, después de varios años en que no hubo excesiva confianza, recupera su posición natural de 1,15 y 1,20'. Respecto a los inversores, Andrés Lantero considera que 'los movimientos de la divisa no van a ser importantes en fondos denominados en euros'.

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