Indecisión y fuerte castigo a las aerolíneas en EE UU
La indecisión dominó ayer en Wall Street. La amenaza de guerra sigue centrando la atención y el temor que genera el impacto en la economía de un posible conflicto bélico mantiene indecisos a los inversores. El retraso de la votación de una nueva resolución sobre Irak en el Consejo de Seguridad de la ONU empeora la situación al alargar la incertidumbre.
Así, las Bolsas se mantuvieron en tierra de nadie la mayor parte del día. El Dow Jones acabó cediendo un 0,58% y el Nasdaq, el 0,54%. Las aerolíneas (-6,6%) fueron las grandes azotadas del día y arrastraron al S&P 500 (-0,84%) al mínimo anual.
El sector farmacéutico también centró la atención del día tras conocerse que los reguladores han ampliado la investigación sobre las prácticas de fijación de precios de la industria. King Pharmaceuticals cayó un 24,5% tras recibir además una citación de la SEC para comparecer con documentos. Otras rivales también se vieron contagiadas a la baja. Merck perdió un 0,81% y Bristol Myers, que la víspera rectificó las cuentas de 1999 a 2001, cayó el 4,44%.
Las aerolíneas fueron las grandes azotadas. Las pérdidas para la industria podrían aumentar en 4.000 millones de dólares en caso de guerra, según afirmó la Asociación de Transporte Aéreo. El castigo no se hizo esperar. AMR, matriz de American Airlines, cayó el 31,5%, mientras Delta Airlines se dejó un 21,8% tras avisar de que espera un flujo de caja negativo este ejercicio. American Airlines está negociando una línea de crédito de 2.000 millones de dólares en caso de verse obligada a declararse en quiebra, según informó el New York Times.
El sector financiero también protagonizó las caídas. UnumProvident (-25,5%) se desplomó después de que Moody's adivirtiera que podría bajara la calificación de la aseguradora al nivel de bonos basura. La compañía reconoció el mes pasado que el regulador investiga sus prácticas contables.
Las malas noticias tampoco cesan en Europa. Nokia, Volkswagen y Wolters Kluwer agravaron el ya de por sí mal sentimiento de mercado con advertencias sobre la debilidad de sus negocios. El desplome de la siderúrgica Corus (-64,3%) se añadió a la inestabilidad del día. A todo ello se unieron las interminables incertidumbres geopolíticas.
Las Bolsas arrancaron la sesión con fuertes pérdidas, ahondado en los mínimos de seis años alcanzados la víspera. Pese a un amago de recuperación las pérdidas no desaparecieron y éstas se entremezclaron con algunas ganancias leves. El Dax (-1,02%) volvió a recibir el mayor castigo del día, el Cac perdió el 0,8%, mientras Londres (+0,49%) y Milán (+0,08%) se mantuvieron en positivo.
Los avances del día fueron posibles gracias al rebote de las aseguradoras (+1,7%) desde los mínimos de 10 años y al buen comportamiento de las telecos (+1,18%). Deutsche Telekom (+3,83%) recuperó posiciones gracias a varias recomendaciones favorables.
La automoción, por contra, se convirtió en el peor sector de la sesión. Volkswagen ayudó a desatar las ventas al reconocer que el primer trimestre será malo y afirmar que no podrá igualar los beneficios del pasado ejercicio. Perdió un 7,36%.
Nokia (+0,87%) aumentó la decepción al advertir que los resultados del primer trimestre caerán por la debilidad de la demanda.
Corus (-64,3%), por su parte, cayó al mínimo anual después de que la directiva de la compañía rechazara la venta de su negocio de aluminio a Pechinery. La editora Wolters Kluwer (-20,1%) añadió más leña al fuego al reconocer que los beneficios podrían caer un 6% este año.
El Gobierno argentino anunció un proyecto para rescatar los bonos provinciales de ocho provincias que se usan como sucedáneo de moneda por un monto inicial de unos 320 millones de euros. Esta medida es una de las exigencias del FMI. Los bonos fueron emitidos para financiar el déficit público entre junio de 2001 y mediados de 2002 y terminaron usándose como sucedáneo de la moneda.