El Gobierno de Japón adelantará el gasto fiscal para evitar una crisis
El Gobierno de Japón ha decidido acelerar el gasto presupuestado para este año para evitar una crisis económica. Así lo anunció ayer el ministro de Finanzas, Masajuro Shiokawa, en referencia a los 81,7 billones de yenes (631.000 millones de euros) de gasto previstos para el próximo año fiscal, que empieza el 1 de abril.
Precisamente, la cercanía del cierre del ejercicio fiscal de las empresas, el 31 de marzo, lastradas por la fuerte caída de la Bolsa, que ayer llegó a mínimos no conocidos en 20 años, hace temer un empeoramiento de la situación. También los bancos, que acumulan acciones empresariales, están al borde de la crisis.
El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, aseguró que el Gobierno 'dará cualquier paso para prevenir una crisis financiera incluso si hay situaciones urgentes o inesperadas'.
El Banco de Japón (BOJ) inyectó un billón de yenes al sistema financiero para evitar que los prestamistas no se queden sin efectivo en el cierre fiscal.
A los males propios se suma la amenaza de una guerra en Irak, que tendría efectos negativos para su economía, sobre todo en lo relativo a las exportaciones. Shiokawa anunció ayer que el Gobierno podría vender yenes para hacer caer su divisa y facilitar las exportaciones. El yen se cambiaba ayer a 117,11 unidades por dólar, frente a las 116,84 del día anterior. Las ventas al exterior aportaron la mitad del 0,5% de crecimiento del PIB en el cuarto trimestre del año pasado, según se confirmó ayer.