Deutsche Telekom rebasa a sus rivales en el récord de pérdidas de Europa
El que una vez fuera el gigante de las telecomunicaciones europeas mostró ayer los resultados de una política de compras y crecimiento basada en adquisiciones pagadas a precios de burbuja tecnológica. Deutsche Telekom ha necesitado 21.400 millones de euros para limpiar su balance de activos deteriorados y asumir cargos extraordinarios para reestructuraciones.
El golpe ha sido superior al de sus homólogas europeas y ha disparado las pérdidas hasta los 24.587 millones de euros en 2002, una cifra que supera los déficit de Vivendi y France Télécom y las convierte en las mayores del Viejo Continente.
Los expertos bursátiles, sin embargo, han encontrado razones para el optimismo. Los saneamientos y provisiones permitirán reducir lastres para el futuro y los resultados del cuatro trimestre muestran ya el esfuerzo de gestión del nuevo presidente, Kai-Uwe Ricke. Las pérdidas se han reducido a 100 millones de euros en los últimos tres meses del año, frente a los 2.500 millones del ejercicio anterior. También los datos operativos apuntan a la fortaleza, con un crecimiento del 11,2% de los ingresos anuales.
Además de limpiar el balance e intentar conseguir nuevas fuentes de ingresos, Ricke ha puesto el acento en la reducción de la abultada deuda de la compañía pública alemana. Desde que llegó, en noviembre, ha conseguido reducirla en casi 3.000 millones de euros, al pasar de 64.000 millones a los 61.100 millones de pasivo que tenía a cierre de año.
La meta del presidente pasa por reducir aún más el endeudamiento y dejarlo en 52.000 millones cuando termine este ejercicio, lo que supone más desinversiones -ya han anunciado ventas de activos por 1.800 millones en 2003- y les obliga a elevar la generación de flujo de caja libre.
El máximo ejecutivo de Deutsche Telekom reconoció la gravedad de la situación en la que se encuentran. 'Estamos todos al tanto de la escala' de la cifra de pérdidas, explicó Ricke. 'Los resultados reflejan la grave situación en la que se encontraba la compañía el año pasado. No estamos tratando de minimizar esto de ninguna manera'. Con todo, el directivo se mostró optimista en sus pronósticos para el año y aseguró que la compañía va 'por buen camino'. Por lo menos, el presidente descartó la necesidad de acudir a los mercados para financiar el pago de la deuda, como hará France Télécom, que planea una emisión de 15.000 millones de euros.