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Actividad europea

Los Quince renuncian al equilibrio fiscal para impulsar el crecimiento

El Consejo de Ministros de Economía de la UE espera adoptar hoy las directrices macroeconómicas para el próximo ejercicio, en las que se hará un llamamiento a convertir 'la recuperación de la confianza y del crecimiento económico' en prioridad política absoluta.

El Consejo, al que asiste el titular español, Rodrigo Rato, instará a todos los países 'a dejar operar totalmente, dentro de los márgenes previstos en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, los estabilizadores automáticos'. Es decir, a aprovechar el margen disponible entre el equilibrio fiscal y el 3% de déficit público (que se mantiene como barrera infranqueable) para incrementar la inversión y el gasto público.

En otro documento paralelo, éste sobre el reforzamiento de la coordinación de las políticas presupuestarias, los ministros insisten en que al juzgar 'el compromiso de proximidad al equilibrio o superávit del pacto (...) se prestará especial atención a las circunstancias específicas de cada país'. Y en especial, a 'la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas (...) y a la posibilidad de que los estabilizadores automáticos funcionen plenamente sin quebrar el valor de referencia del 3% del PIB'.

En ambos documentos se especifica, en una puntualización atribuida al Reino Unido, que la obligación de reducir anualmente un 0,5% el déficit estructural en los países con alto déficit (Alemania, Francia, Italia y Portugal), pactada por el Eurogrupo el pasado 7 de octubre, sólo atañe a la zona euro.

En los textos no aparece ya ninguna referencia expresa a un límite temporal para alcanzar el equilibrio presupuestario. En junio del año pasado, bajo presidencia española de la UE, los Quince se concedieron de plazo hasta 2006 para alcanzar el déficit cero, abandonando el objetivo de 2004. Ahora, 'en el contexto de un crecimiento económico débil', vuelven a olvidar sus compromisos.

La decisión se produce tras meses de debate en el seno del Consejo entre los partidarios de mantener el rigor del pacto, filas en las que milita el Gobierno de José María Aznar, y quienes defienden una interpretación de las normas más acorde a la ralentización económica de la zona euro.

Aún no puede cantar victoria ninguno de los dos bandos, pero la balanza se inclina hacia una aplicación flexible del pacto. Por lo pronto, se insta a los países a abandonar la senda de la consolidación fiscal en beneficio del estímulo de la actividad económica.

En la reunión anterior del Consejo de Ministros, la UE ya admitió que el Reino Unido aumentase la inversión pública hasta límites que aproximan peligrosamente su déficit a la barrera del 3% del PIB. La bula se extiende ahora a todos los demás, entre ellos España.

El énfasis de la vigilancia presupuestaria por parte del Consejo se centrará en la sostenibilidad de las finanzas a largo plazo. Hoy mismo, los ministros adoptarán un informe sobre el impacto del envejecimiento (que alerta sobre la situación en España) y otro sobre las reformas estructurales.

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