El Gobierno interrumpió hace tres años el apoyo a Repsol para contratar en Irak
La presencia ayer del secretario de Estado de Comercio en el Congreso para explicar las relaciones comerciales entre España e Irak volvió a ser un paseo militar, nunca mejor dicho, para Juan Costa, hasta el punto de que al término de la sesión la única duda que planeaba en el ambiente, oídas las intervenciones, era saber para qué se había solicitado esta comparecencia.
Ni siquiera el punto en teoría más controvertido de las relaciones hispano-iraquíes, la posible mediación del Gobierno en las negociaciones de Repsol para obtener un contrato de exploración y producción de crudo, dio lugar a la polémica. Costa, tras una detallada relación de los contactos, iniciados en 1994, zanjó el asunto al afirmar con rotundidad que la empresa pública de comercio Expansión Exterior, en su calidad de consultora de la petrolera española, 'no ha prestado ningún servicio de asesoramiento a Repsol desde principios del año 2000'.
Una afirmación que no fue contestada por ninguno de los portavoces de la oposición en los sucesivos turnos de réplica, y un asunto al que sólo aludió, someramente, el portavoz de Izquierda Unida, Francisco Frutos, que ni siquiera se quedó a escuchar las explicaciones del secretario de Estado, alegando la coincidencia horaria con un acto pacifista.
Sí informó el secretario de Estado que las últimas negociaciones entre la petrolera española y el Gobierno de Bagdad se produjeron a finales de 1999, cuando Repsol analizó 'distintas alternativas de financiación y diversos requisitos planteados por el Gobierno iraquí' para la concesión del yacimiento de Nassiriyah, con una capacidad de producción de 300.000 barriles/día. Estos planteamientos, 'que abarcaban incentivos financieros o asistencia técnica, entre otros, fueron finalmente descartados por Repsol'.
Respecto al comercio bilateral, Juan Costa recordó que todos los intercambios entre España e Irak son escasos y se enmarcan dentro del programa Petróleo por Alimentos de la ONU. Destacó que Estados Unidos es el principal cliente mundial de Irak (absorbió más del 50% de las ventas iraquíes en 2001), seguido de Francia, Holanda, Jordania, Italia y Canadá y España con el 3,1%. Desde el punto de vista de las importaciones, el principal proveedor de Irak es Francia, mientras que España se sitúa en el décimo lugar.
Las importaciones españolas procedentes de Irak, por valor de 419,9 millones de euros en 2002, se concentran exclusivamente en el petróleo, aunque Costa matizó que hoy 'las importaciones de crudo iraquí suponen sólo el 2,9% del total de nuestras compras de petróleo'.
Desde el punto de vista de las exportaciones, que el año pasado cayeron un 30% hasta 73,17 millones de euros, se concentran mayoritariamente en bienes de equipo, alimentos y semimanufacturas.
Informó finalmente el secretario de Estado que entre 1991 y 2001 se han celebrado tres comisiones mixtas hispano-iraquíes. En la última, el gobierno español 'ofreció ayuda humanitaria a Irak en forma de una donación de cinco millones de dólares para el suministro de instalaciones de tratamiento de aguas residuales y recogida de basuras en Bagdad, que no estaba supeditada a ningún tipo de contrato o de inversión'.